Ribera Salud entra ‘a saco’ en Povisa

Un mes después de la compra, Ribera Salud activa una reducción de capital en Povisa y cambios en métodos y gestión a través de una junta extraordinaria

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Sin tiempo que perder en Povisa, el primer hospital privado de Galicia y uno de los más grandes de España. Esa parece ser la consigna que ha dictado Ribera Salud, que cerró la compra de la compañía el pasado mes de octubre. El nuevo propietario ha activado una junta general extraordinaria de Povisa que apunta a un vuelco integral en el hospital vigués, tanto en la estructura de capital como en la propia gestión. Y no solo en los nombres.

El presidente y consejero delegado de Ribera Salud, Alberto de Rosa Torner, ha procedido a convocar una junta general extraordinaria en Povisa que no solamente apunta al relevo de los administradores. Va mucho más allá. La cita está convocada para el próximo 28 de enero.

Cambio de gestión y reducción de capital

Entre los puntos sobresalientes del orden del día figura, además de aceptar la dimisión y nombramiento de nuevos gestores, algo habitual en una compra, el «cambio de la forma de administrar la sociedad«, así como la modificación de los estatutos sociales «para permitir a la junta general de accionistas elegir de entre los distintos modos de organizar la administración social que prevé la Ley de Sociedades de Capital». Así figura en el orden del día.

Ribera Salud también aprovechará esa cita, la de la junta general extraordinaria, para impulsar una «reducción del capital social mediante amortización de acciones propias«. También  abordará el «cambio de las acciones al portador de Povisa por acciones nominativas», así como la autorización para la adquisición de acciones en autocartera.

Nuevos aires tras las crisis

Ribera Salud firmó el pasado mes de octubre la compra al grupo Nosa Terra del 93% del capital de Povisa. El 7% restante está diluido en unos 300 pequeños accionistas. La gestión de la compañía con sede en Vigo se había convertido en un quebradero de cabeza para la familia Silveira Cañizares, que tenía el control de Povisa. El hospital vigués estuvo en preconcurso de acreedores, después de que se enquistasen sus relaciones con la Xunta a través de las desavenencias surgidas en cuanto al importe del concierto con el Sergas.

De acuerdo con la convocatoria firmada por Alberto de Rosa, el presidente de Ribera Salud, podrán asistir a la junta general de enero los accionistas que tienen reconocido el derecho de asistencia y voto, por poseer, por sí o agrupados, un mínimo de 407 acciones, tal como exigen los estatutos sociales de Povisa.

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