Reyal Urbis elucubra con reanudar la promoción de casas en 2020 sin saber dónde
La inmobiliaria deja entrever que, caso de no ser liquidada, en 2022 volvería a entregar llaves de nuevas viviendas tras salir del concurso con 3.750 millones de deuda
«En el largo plazo se prevé la posible reactivación de la promoción residencial por lo que se incluyen en dicho plan proyecciones de realización de nuevas promociones con entrega de llaves previstas a partir del ejercicio 2022», asegura Reyal Urbis en la documentación remitida a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) con las cuentas al cierre del primer semestre de 2015, con unas pérdidas de casi 86 millones de euros.
Una previsión que implica iniciar la construcción de casas dos años antes, con lo que da por descontado que, finalmente, las entidades financieras y la Sareb, el banco malo, no dejarán que la promotora presidida por Rafael Santamaría vaya a liquidación.
Dudas sobre suelos futuros
Al respecto, la gran duda es saber si, para entonces, Reyal Urbis contará con terrenos de su propiedad donde llevar a cabo el desarrollo de nuevas promociones o si, en su mayoría –y en todo caso los mejor situados en Madrid, Barcelona o enclaves estratégicos del litoral mediterráneo–, han pasado a manos de sus acreedores.
Volver a promover es uno de los aspectos incorporados por Reyal Urbis en el plan de viabilidad que, junto al de pagos de 3.700 millones de deuda, forman la propuesta de convenio de acreedores presentada.
Propuesta que sigue pendiente de que Francisco Javier Vaquer, magistrado titular del juzgado de lo Mercantil 6 de Madrid, ‘ponga el huevo’ en relación a la admisión a trámite de la nueva propuesta de convenio de acreedores que la promotora presidida por Rafael Santamaría presentó el pasado 30 de marzo.
Admisión a trámite y recurso
Admitir o no a trámite la propuesta no será lo único sobre lo que tenga que dictaminar el magistrado a la vuelta de las vacaciones estivales. También deberá responder al recurso de reposición presentado por Reyal Urbis contra el auto judicial, en el que no se permite aplicar el artículo 121.4 de la Ley Concursal. La que permite que una mayoría superior de adhesiones al 75% del crédito sindicado sirva para que el restante 25% esté obligado a aceptarlo.
Mientras tanto, Reyal Urbis sigue al tran trán con su actividad. Con un primer semestre de 2015 cerrado con unas pérdidas de 86 millones de euros, muy inferiores a los más de 435 millones de ‘números rojos’ registrados en junio de 2014. No porque de repente haya habido un inusual incremento de ventas, sino porque en esta ocasión no se han realizado las brutales dotaciones para cubrir las depreciaciones de existencias que se hicieron entonces.
Ingresos de 15 millones en el segundo trimestre
Un repaso a los 60,5 millones de ingresos a junio de 2015 sirve para comprobar que, en el segundo trimestre, apenas se lograron 14,6 millones, el 30% del volumen de facturación cosechado entre enero y marzo. La razón, que de abril a junio se redujeron los acuerdos con las entidades financieras en relación a las condiciones de financiación de determinadas promociones. A través de esta estrategia han llegado a las arcas de la inmobiliaria 41,6 de los 60,48 millones de ingresos obtenidos.
Estas operaciones con los bancos han supuesto una pérdida para la promotora de 5,2 millones de euros, pero también han servido para que las entidades condonen casi 3 millones.
Venta de hotel
Al margen de estas ventas, otro de los ingresos más relevantes en el segundo trimestre procede de la venta de un hotel a la socimi Axiare Patrimonio. Con un valor bruto en libros de 27,1 millones y un neto de 13,8 millones, finalmente fue traspasado por 10,4 millones, con una pérdida para Reyal Urbis de 3,31 millones.
En los próximos meses, y hasta ver en qué queda finalmente la resolución del concurso, Reyal y sus acreedores van a seguir con la misma dinámica, con esos compromisos de venta de solares que, a junio de 2015, ascendían a algo más de 2 millones de euros, o la entrega de viviendas pendientes de construcción por 4,3 millones.
Al cierre del primer semestre, los compromisos de entrega de inmuebles en promociones terminadas ascendían a 7,3 millones, de los que 1,5 millones se habían materializado en cobros y efectos a cobrar.