Dividendos récord de Frinsa, el rey gallego de la marca blanca
El grupo de Ramiro Carregal rompe la barrera de los 400 millones en ventas y reparte beneficios entre sus dos accionistas de unos 17,5 millones
El decano de los empresarios gallegos, rey de la marca blanca, bate su récord de ventas y dividendos. Frinsa del Noroeste, pilotado por el histórico Ramiro Carregal y su hijo, firmó en 2017 uno de sus mejores años, sobre todo en cuanto a cifra de negocio y distribución de resultados a sus accionistas, no así en cuanto a los beneficios, que se contuvieron.
El grupo formado por Frinsa del Noroeste S.A y sus sociedades dependientes obtuvo en el ejercicio 2017 unos beneficios finales de 19,2 millones de euros, frente a los 22,6 millones de euros firmados en 2016. Estos resultados, que representan una caída del 15%, son valorados por la compañía como «muy positivos, especialmente teniendo en cuenta la época de crisis (ya de incipiente recuperación) en la que estamos». «Esta bajada», señala el grupo de Carregal en su memoria, «se explica principalmente por un fuerte incremento continuado en la materia prima principal, el atún, y la dificultad para repercutir esta subida a los clientes».
Casi 60 millones en cinco años
Los dividendos repartidos por el grupo sí que tocan techo. El récord del 2017 fueron los 17,5 millones que Frinsa dedicó a retribuir a sus accionistas. Un año antes, en 2016, los beneficios repartidos se situaban en 12 millones, un importe recurrente que replicaba los dividendos generados anualmente durante los tres ejercicios anteriores. En 2013 habían sido seis millones los dedicados a esta partida.
En los últimos cinco años, según recapitula el propio grupo en su memoria, han sido un total de 59,5 millones los beneficios que se destinaron a dividendos por parte de Frinsa. «Creemos que la gestión ha sido francamente buena», detallan, para asegurar que «hemos aumentado los fondos propios un 10% y el patrimonio neto un 11%; generamos una tesorería muy elevada en las actividades de explotación y financiación que se ha destinado a inversiones, a reducir otra deuda, a aumentar el capital circulante y solo al final a repartir dividendos».
El control de Ramiro Carregal
Dos son los accionistas relevantes de Frinsa. Ramiro Carregal Rey, que controla un 64,1% del capital de la compañía, y su hijo Ramiro Jorge Carregal Varela, que declara una participación del 35,8%. Frinsa atesora otro récord, consumado en 2017. Ha elevado su cifra de negocio hasta los 412 millones de euros, frente a unos ingresos que se habían situado en 387 millones un año antes, en el 2016.
En alusión a las marcas blancas, Frinsa explica que tiene varios clientes que de forma individual suponen más del 10% de la cifra de ingresos, «sin que ninguno de ellos supere el 20% de la misma», dicen. Los propios auditores de la compañía conservera con sede en Ribeira inciden sobre este punto.
PWC, que presenta una auditoría limpia, observa en su informe que «el importe neto de la cifra de negocios del grupo viene condicionado por los acuerdos marco, de carácter anual o plurianual, existentes con sus clientes y que determinan los volúmenes y precios de venta, y condicionan su rentabilidad y la estructura de costes de explotación de cada ejercicio».