Mientras la oposición pide el cese del conselleiro de Sanidade y Feijóo trata de apaciguar los ánimos tras las dimisiones de una veintena de jefes de centros de salud, la Xunta empieza a encauzar la crisis de Povisa, el mayor hospital privado de Galicia que está al borde del concurso. El centro del empresario José Silveira, el propietario de la naviera Elcano, lleva desde octubre en intensa negociación con el Sergas para replantear el concierto firmado en 2014 y corregir las abultadas pérdidas que encadena desde entonces: 5,5 millones en números rojos en 2015, 4,3 millones en 2016 y 5,4 millones en 2017.
Uno de los puntos críticos de las conversaciones radica en el pago de los fármacos de dispensación ambulatoria que costea Povisa y que la Xunta se negaba hasta ahora a abonar, por más que el hospital privado abriera contenciosos para reclamarlos. Las cuentas del centro hospitalario cifraban el déficit provocado por la adquisición de estos medicamentos en más de 15 millones entre 2015 y 2017. A quince días de que la empresa quede abocada al concurso–solicitó el 28 de septiembre el preconcurso– y en plena revuelta en la sanidad pública, el Sergas ha cambiado de postura.
Lo que ofrece el Sergas y lo que pide Povisa
Povisa ha comunicado a sus trabajadores que llegó a un acuerdo con la Consellería para que este mismo mes le abone el dinero gastado en medicamentos de alto impacto entre 2014 y 2016. A esta millonaria inyección se suma un compromiso de deuda que adquirirá el Sergas para costear también los fármacos de los ejercicios de 2016 y 2017. En la misiva dirigida a la plantilla y firmada por la gerente María Luisa Brandt, la dirección del hospital insiste en que «el impago de la deuda que el Sergas» mantiene con la empresa es la «causa principal» de las «tensiones de tesorería» que están atravesando.
Ni Povisa ni la Consellería de Sanidade concretaron este jueves a cuánto ascienden los compromisos adquiridos por el Sergas, que hasta la fecha había ganado los contenciosos presentados por el hospital de José Silveira. Sin embargo, sí que se conoce la cuantía que reclamaba Povisa y que entre 2014 y 2017 ascendía a casi 10 millones de euros. El acuerdo deja fuera por el momento parte del pasado ejercicio y el actual, el de 2018, que de estar incluidos elevarían la reclamación de Povisa por encima de los 15 millones.
Una «buena noticia» para frenar el concurso
En el escrito dirigido a su plantilla, el hospital privado califica de «buena noticia» el nuevo escenario, pues les permitirá «hacer frente» a sus compromisos de pago «a corto plazo». De paso, la Xunta enfría la posibilidad del concurso de acreedores del centro, que es algo más que un problema empresarial, pues Povisa tiene asignados 139.000 procedentes de la red pública en el área de Vigo.
La dirección del hospital culpó desde un primer momento a la interpretación que el Sergas hace del concierto de las pérdidas acumuladas, asegurando que la atención estrictamente privada es rentable. El problema es que el concierto con la sanidad pública supone el 78% de la actividad del centro y prescindir de ella conllevaría una reducción drástica del tamaño del hospital y, obviamente, también de la plantilla, que supera el millar de trabajadores.
Feijóo afronta otra crisis en la sanidad
La Xunta encarrila el conflicto con Povisa en plena revuelta de la sanidad, después de que 22 jefes de servicio de los centros de salud del área de Vigo presentaran su dimisión por la “precarización” del servicio y los “recortes” aplicados desde 2012.
La sanidad es un auténtico quebradero de cabeza para Feijóo, que encajó multitudinarias manifestaciones por la puesta en marcha del nuevo hospital Álvaro Cunqueiro; cesó a su anterior conselleira de Sanidade, Rocío Mosquera, y ahora ve como la oposición pide la cabeza de su relevo, Jesús Vázquez Almuiña; también sufrió las protestas por la reforma de las áreas sanitarias y hubo de retirar la reforma en pediatría por el descontento de los médicos.
Feijóo: “Hacemos todo lo que podemos hacer”
«Por parte de la Xunta estamos haciendo todo lo que podemos hacer y seguiremos trabajando para hacerlo», dijo el presidente del Gobierno gallego, que salió en defensa de su conselleiro y reprendió a la oposición por “insistir en desprestigiar la sanidad pública”.
Feijóo aseguró que todos los vigueses “están orgullosos” del nuevo hospital y se limitó a admitir «preocupación» por la falta de especialistas en la Atención Primaria. Por ello apeló al Gobierno de Pedro Sánchez, aludiendo a «divergencias» con el Ministerio de Sanidad por «no habilitar suficientes pediatras»
El «problema» en la sanidad pública «se detecta desde hace años», dijo el presidente de la Xunta, que argumentó que «hace unos meses había una mesa para estudiar» la situación que quedó “sin efecto” con el cambio de Gobierno.