Repliegue de Inveravante: vende el negocio eólico e hidráulico en Brasil y República Dominicana
Inveravante, en manos de los hijos de Manuel Jove, obtiene unas plusvalías de 44,9 millones de euros por la venta de siete sociedades que controlaban los proyectos renovables en Brasil y República Dominicana, y se refuerza en Panamá
Desde que vendió Fadesa en la antesala del estallido de la burbuja inmobiliaria, en 2007, todos los movimientos de Manuel Jove y sus inversiones recibían especial atención, casi se monitorizaban, debido a las grandes plusvalías obtenidas y al especial olfato demostrado cuando pactó la venta de su compañía en una noche. Saber comprar y vender a tiempo. Esa era la fórmula y ese es el legado que Manuel Jove, fallecido en mayo del año pasado, dejó a sus dos hijos.
El equipo de Manuel Ángel y Felipa Jove Santos parece seguir el ejemplo del patriarca, con movimientos y repliegues, sean sectoriales y de negocio o territoriales, por países. El foco ha estado en 2020 en la energía renovable, un área en la que Inveravante se volcó tras la venta de Fadesa. El año pasado, la compañía procedió a vender los proyectos eólicos de Brasil y República Dominicana, así como el hidráulico de Brasil.
Posiciones en Panamá
Fueron un total de siete sociedades las que salieron del perímetro de consolidación de Inveravante por estas ventas, que supusieron un resultado para el grupo de 44,9 millones. Así lo describe Inveravante en la memoria que acompaña a sus cuentas consolidadas, que sin embargo firma unas pérdidas netas de 47,4 millones de euros.
En Panamá se ha continuado con la explotación de las centrales hidráulicas, explica el grupo inversor, con una facturación total de 31,7 millones de euros, frente a los 29,6 millones de euros en 2019. La apuesta parece ser Panamá. En el último trimestre del año pasado se han incorporado como activos en explotación dos plantas fotovoltaicas con 20 megavatios de capacidad.
Los planes para este año
En 2021 está previsto continuar “de manera importante” la actividad en el área inmobiliaria, fundamentalmente en España. En el área de energías renovables, Inveravante prevé seguir con la actividad hidráulica y fotovoltaica en Panamá, “no descartándose alguna inversión adicional en el campo fotovoltaico en dicho país”, matizan los directivos de la compañía. En el área de gestión hotelera, el grupo asegura que está altamente condicionado por la situación de pandemia “que estamos viviendo, con todo ello se espera que las cifras en términos de rentabilidad sean mejores que las del año 2020, si bien no se prevé que se llegue todavía a las cifras previas a la pandemia”.
Un año de pérdidas
En 2020 el importe neto de la cifra de negocio consolidada del grupo alcanzó los 203 millones de euros, en línea con la de 2019 (200 millones de euros). La actividad inmobiliaria y hotelera representó un 69% del negocio de Inveravante, con un incremento del 5% respecto a 2019.
El resultado de explotación ascendió a 65 millones de euros, lo que supone un incremento del 32% respecto al ejercicio 2019. Sin embargo, el resultado del ejercicio se ha visto penalizado por la valoración de los instrumentos financieros, que han provocado deterioros contables por valoración de 29,4 millones de euros (7,7 millones de euros en 2019).
Además, se han generado pérdidas cambiarías significativas, fundamentalmente frente al real brasileño, que han ascendido a un total de 35,7 millones de euros (1,4 millones de euros en 2019). Lastrado por esos dos impactos, el resultado antes de impuestos ha sido negativo en 19,8 millones de euros, frente a los 29,7 millones de euros de beneficio en 2019.