Los reparos del auditor al valor que EiDF otorgaba a sus últimas adquisiciones desataron la crisis
El nuevo auditor de EiDF se negó a firmar las cuentas ante las discrepancias sobre la valoración de las comercializadoras eléctricas que la compañía gallega compró en los últimos años en medio de las quiebras en el sector
La ola de compras de empresas se vuelve en contra de EiDF. La compañía gallega, uno de los referentes a nivel estatal en la instalación de paneles fotovoltaicos para autoconsumo en la industria, ha apostado en los dos últimos años por hacerse fuerte también en los segmentos de generación y, sobre todo, comercialización mediante la adquisición de un reguero de empresas.
Estos movimientos han sido analizados con lupa por PwC. Según han asegurado fuentes financieras y de la banca acreedora a Economía Digital Galicia, las diferencias de criterio en torno al valor de estas nuevas sociedades integradas en el perímetro de EiDF habrían provocado la negativa del auditor a firmar las cuentas.
La expansión de las cuentas de EiDF
Mediante estas adquisiciones, la empresa con sede en el municipio pontevedrés de Barro había acelerado su proceso de crecimiento. No en vano, EiDF ha pasado de facturar 19,1 millones de euros en 2020 a 41,6 millones en 2021 antes de, en 2022, dar su gran salto hasta disparar su cifra de negocio hasta los 315,5 millones de euros solo en los nueve primeros meses del año.
El dato completo de todo el año no está disponible como consecuencia de la negativa de PwC a firmar las cuentas. Según la propia EiDF, estas no llegarán a tiempo para el 30 de abril, fecha límite para su presentación, motivo por el cual la CNMV ha ordenado la suspensión cautelar de su cotización en bolsa y de la emisión de títulos en el Mercado Alternativo de Renta Fija (MARF).
Mediante estas adquisiciones, EiDF había elevado su beneficio bruto de explotación (ebitda) hasta los 46,9 millones de euros. La compañía había centrado el grueso de su actividad en instalaciones de autoconsumo hasta el punto de haber desplegado unos 300 megavatios en 3.000 proyectos diferentes durante toda su andadura. Pero con la compra de ODF y Nagini, la compañía consumaba su aterrizaje en el sector de comercialización.
De Nagini a ODF
EiDF se adentró en este segmento de negocio justamente en un año en el que la escalada del precio de la luz ahogó a medio centenar de comercializadoras que se vieron obligadas a echar el cierre. Estas empresas compran energía en el pool mayorista para posteriormente venderla a su cartera de clientes. Sin embargo, los altos costes de la electricidad llevaron sus márgenes al límite y forzaron una oleada de cierres.
La compañía adquirió a AC Solutions el 51% de Nagini por 370.000 euros a mediados del año pasado. La comercializadora, que contaba con 50 GWh gestionados, venía de cerrar el ejercicio 2021 con casi 14 millones de euros en ventas y un beneficio bruto de explotación (ebitda) positivo. De cara a 2022, su meta pasaba por llegar a los 32 millones de euros de ingresos, cifra que posteriormente se elevaría hasta los 135 millones en 2024. Para entonces esperaba estar gestionando 550 gigavatios/hora.
En el caso de ODF, EiDF desembolsó unos 30 millones de euros. Mediante esta operación, EiDF se hizo con la totalidad del capital de Memento Gestión, propietaria de las tres sociedades que conforman el grupo ODF (ODF Ingeniería y Proyectos para la Eficiencia; ODF Gestión de negocios de energía y Ondemand Facilities). La compañía gallega se hacía así con un grupo de comercializadoras que contaban con 40.000 clientes y 700 gigavatios/hora bajo gestión en el negocio de la luz y 400 en el del gas.
Mediante ODF, EiDF suma 66,4 millones de euros en activos, cifra que desciende hasta los 5,9 millones en el caso de Nagini. Además, según su plan de negocio 2022-25, el segmento de comercialización habría generado el 62% de sus ingresos a lo largo del año pasado. Este porcentaje se reducirá, según sus estimaciones, hasta el 52% de cara a 2025 ante el empuje de nuevas áreas.
EiDF vaticina un boom de sus megavatios en generación
Se trata de los segmentos de generación llave en mano (EPC), que escalará del 21% al 35%, y de generación, hasta ahora inexistente, pero que aportará el 2% de los ingresos totales en 2025. Para ese entonces se espera que su división de autoconsumo, el buque insignia de la compañía desde su fundación en 2008, se diluirá desde el 17% hasta el 12%.
De esta forma, EiDF se hará fuerte en un segmento de generación con el que ya cuenta con un pipeline de 2.207 megavatios. De ellos, la firma que capitanea Fernando Romero espera que algo más de una cuarta parte (818 megavatios) estén ya operativos en 2025. «Los activos de generación de EiDF pueden abastecer el 50%-60% de la energía comercializada», revelaba la firma.