Renfe recorta sus pérdidas un 70% en el primer año del AVE a Galicia
La empresa pública ha reducido sus números rojos de 362 a 109 millones de euros en un 2022 marcado por una crisis energética que ha disparado casi un 80% su factura por este concepto
Renfe repite números rojos. La empresa pública ha anunciado este lunes que cerró 2022 con un resultado negativo antes de impuestos de 108,6 millones de euros. La cifra es un 70% inferior a los 362 millones de euros a los que ascendieron sus pérdidas en 2021 pese a dispararse su factura energética.
Y es que la compañía que preside Isaías Táboas revela que el gasto de la energía que usa para mover sus trenes se incrementó un 79%, hasta alcanzar los 630 millones de euros. Esta cantidad representa el 16,4% de todos sus gastos de explotación, frente al 11% que representaba en 2021, cuando los precios eléctricos comenzaron a dispararse.
La factura energética se ha disparado respecto al 7,7% que representaba en 2019. De esta forma, esta rúbrica es la tercera partida de gastos más importante en la cuenta de resultados de Renfe, solo por detrás los cánones (lo que paga a Adif por el uso de las vías) y el personal.
Así evolucionaron los ingresos de Renfe
Además, Renfe, que inauguró la conexión del AVE a Galicia en diciembre de 2021, también explica que su cuenta de resultados también se vio lastrada por el impacto de la quinta ola de Covid causada por la variante ómicron en el primer trimestre del año, cuando los ingresos por ventas de billetes se situaron un 21,3% por debajo de lo previsto. De hecho, en ese trimestre, la empresa ya acumuló unas pérdidas de 95 millones de euros, la práctica totalidad de los 109 millones con los que cerró el conjunto del ejercicio 2022.
Los ingresos por tráficos, según ha informado tras la celebración del consejo de administración en el que se han abordado estos resultados, fueron de 3.788 millones de euros, lo que supone un incremento del 28,7%. En la parte de viajeros crecieron un 43,5% y en la de mercancías otro 15,7%.
Para compensar el impacto de los precios de la energía, Renfe puso en marcha un plan de contención de gasto que le permitió reducir en 368,1 millones de euros sus costes ajenos a la electricidad, lo que incluye personal, cánones, mantenimiento de trenes, servicios a bordo, consumos de materiales o proyectos, entre otras partidas.
En cuanto al resultado bruto de explotación (ebitda), el dato que mejor refleja la evolución operativa de la empresa, su multiplicó por más de cuatro veces, hasta los 292 millones de euros, frente a los 67 millones del año anterior.