Remodelar un ferri, el pequeño salvavidas para acabar con la sequía de contratos de Navantia Ferrol
El astillero de Navantia en Ferrol entrega su segundo buque para Australia y se asoma a un año sin carga de trabajo con las opciones del buque puente o de remodelar el ferri 'Galicia' como únicas alternativas para esquivar el parón
Navantia agota su último gran encargo y enfila su parón en Ferrol. El astillero gallego acoge este jueves la entrega del buque AOR Stalwart para la Armada de Australia en un acto que estará presidido por el nuevo presidente de la empresa pública, Ricardo Domínguez, que acude por primera vez a Ferrol desde su nombramiento en medio de una oleada de protestas.
Y es que, tras la entrega de este barco, Navantia Ferrol consume el último encargo de construcción naval que tenía ahora mismo en cartera. Este vacío de carga de trabajo ya se ha hecho notar sobre las empresas auxiliares (en las que se vaticina la destrucción de hasta 2.000 puestos de trabajo) y se prevé que continúe hasta que se inicie el corte de chapa de la primera de las cinco fragatas F-110 en verano de 2022.
Buque puente o remodelación de un ferri
Hasta entonces, el astillero enfila más de un año de sequía de pedidos, un horizonte del que, por el momento, solo se atisban dos posibles salidas. Una pasaría por el encargo de un nuevo buque por parte de la Armada española. Las opciones de hacerse con un contrato de este tipo se encuentran supeditadas a que el Gobierno español cierre primero la venta del buque logístico Patiño a la Armada de Portugal para después encargar su sustituto a Navantia Ferrol, lo que demoraría el proceso durante meses.
Esta es precisamente una de las dos posibilidades que los representantes del comité de empresa han defendido en su reunión con el delegado del Gobierno en Galicia, José Miñones, que ha tenido lugar este miércoles. La otra opción pasaría por que sea el astillero ferrolano el que asuma la remodelación del buque Galicia.
El Ministerio de Defensa se hizo con la propiedad de esta embarcación el pasado 30 de abril tras abonar 7,5 millones a la naviera Suardíaz. El objetivo del Gobierno pasa por reformar este ferri, que hasta ahora estaba dedicado al transporte de contenedores entre Marruecos y Canarias, y reconvertirlo en buque logístico militar.
La competencia de Cádiz
Ferrol se encuentra con competencia interna en su pugna por hacerse con este contrato, toda vez que los astilleros de la Bahía de Cádiz también se han postulado para asumir un encargo que insuflaría carga de trabajo.
Con más opciones aún parten los astilleros andaluces de cara a hacerse con alguno de los contratos por los que Navantia puja a nivel internacional. Tras los últimos varapalos en Estados Unidos y Reino Unido, Navantia se postuló ante el Gobierno de Uruguay para asumir la construcción de varios patrulleros oceánicos con los que el Ejecutivo presidido por Luis Lacalle Pou pretendía renovar su flota. El contrato, que se encuentra en stand by ante la crisis por el Covid-19, sería asumido, previsiblemente por los astilleros de la Bahía de Cádiz. Estos ya se encargaron en el pasado de la construcción de ocho patrulleras para la Armada Bolivariana de Venezuela y, además, en 2022 arrancarán los trabajos para la fabricación de la patrullera encargada por Marruecos, que se construirá en San Fernando.