Reganosa y EDP anuncian su macroproyecto para Ferrol en plena contrarreloj de Endesa en As Pontes
Reganosa y EDP aseguran, un día antes de una manifestación por el cierre de la térmica de As Pontes, que su plan industrial servirá para recolocar a trabajadores afectados por la descarbonización
La portuguesa EDP Renováveis y Reganosa anunciaron este martes su apuesta por la realización de proyectos de generación y almacenamiento energético en Ferrolterra (As Pontes y siete concellos más del entorno) por un montante global de 780 millones de euros. Lo hicieron insistiendo en que se trata de una “alianza estratégica” para convertir la zona, deprimida por crisis industriales encadenadas, “en la capital de la energía verde”. Y aseguran que, de salir adelante, en la contratación de trabajadores y proveedores “se priorizarán los del lugar y, particularmente, aquellos afectados por el cese de la actividad térmica de carbón”.
La declaración de intenciones de los dos grupos se produce justo un día antes de la nueva manifestación convocada por los sindicatos UGT, CIG y CCOO en defensa del empleo en As Pontes. Y es que las centrales indican que, a partir del 1 de julio, no existen garantías contra los despidos en la industria auxiliar y traslados en la plantilla fija.
Proyectos sobre la mesa, también incógnitas
La realidad es que, a pesar de los anuncios de las tres compañías de sus proyectos para la zona, los trabajadores del entorno de As Pontes aseguran que, a estas alturas, todavía se encuentran en tierra de nadie. Los proyectos para la zona de unos y otros, sobre el papel, generarán puestos de trabajo. Pero también están ligados a la consecución de fondos europeos de reconstrucción así como a los megavatios eólicos.
Los proyectos de EDP y Reganosa están sujetos a la subasta de capacidad pendiente de celebración y, con ellos, ambas compañías optan a fondos europeos para la recuperación (Reganosa es, junto con Abanca y Sogama, una de las integrantes en la Sociedade para o Desenvolvemente de Proxector Estratéxicos de Galicia que creó la Xunta).
El plan de Reganosa y EDP
El proyecto se sostiene sobre tres patas. Por un lado, incluye la construcción de una planta de elaboración de hidrógeno mediante electrólisis que podría llegar a los 100 MW tras su completo desarrollo. Utilizará, explican, el agua del lago de As Pontes y “nuevas fuentes de energía renovable”. Cuentan con que el proyecto genere más de 300 empleos, entre directos e indirectos, entre la fase de ejecución y de explotación.
También ubican en el entorno un almacenamiento energético, con una potencia instalada de generación de 570 megavatios. Calculan en este caso que generará 5.000 puestos de trabajo, de nuevo entre directos e indirectos, teniendo en cuenta que el proyecto consiste en una central hidroeléctrica de bombeo, que empleará como depósito inferior el propio lago, y como superior, un nuevo embalse.
La última línea del triángulo la compone un complejo eólico de cuatro parques, cuyos proyectos ya han sido presentados por EDP ante el Ministerio de Transición Ecológica y que suman algo más de 270 MW. Aseguran que podrán dar trabajo a un total de 2.500 personas a lo largo de las distintas fases del proceso.
En total, la ejecución de los distintos proyectos podrían derivar en la generación de 7.000 empleos, que se quedarían en 400 en la fase de mantenimiento y operación
Similitudes con Endesa
Pero también Endesa anunció hace ya meses su macroproyecto para As Pontes, de cifras similares a las de la alianza Reganosa/EDP. La compañía de José Bogas plantea, entre otros planes, y al margen del trabajo que generen las propias obras de desmantelamiento de la central, que pueden durar hasta cuatro años, construir en As Pontes su mayor central de hidrógeno verde en España. La factoría, de salir adelante, estará dotada de un electrizador de 100 MW. De la operación de la instalación se ocuparán un centenar de personas, a las que se sumarán otras 30 que se encargarán de gestionar los seis parques eólicos del entorno de la localidad que generarán 611 megavatios y cuya construcción implicará 1.000 empleos durante 18 meses.
No obstante, este proyecto, que requerirá de una inversión de 740 millones de euros, precisa también de los fondos europeos de reconstrucción y de concesiones eólicas.
La apuesta de la Xunta
Al margen de que este proyecto se acabe realizando o no, quedan otras incógnitas por despejar. La principal aún siendo qué ocurrirá con la propia central. A principios de este mes, en la reunión de la mesa industrial de As Pontes, la Xunta de Galicia puso sobre la mesa un proyecto para reconvertir la térmica en una planta de biocombustibles.
El plan del Ejecutivo gallego apuesta por mantener operativo uno de los cuatro grupos de la térmica alimentado con biocombustibles y siempre que el Gobierno central ponga en marcha un régimen retributivo de 30 euros por megavatio la hora. Podría asegurar, según los documentos presentados por la Xunta, 80 puestos de trabajo directos en la central y 30 vinculados al colectivo de transportistas.
Manifestación
As, con varios planes presentados pero todavía demasiadas incógnitas con respecto a su futuro, los trabajadores de As Pontes están llamados este miércoles a una manifestación que partirá a las 20.00 horas del ayuntamiento.
Endesa tenía previsto bajar la persiana de la térmica este 30 de junio. No obstante, al contrario de lo sucedido en otras plantas similares, las alegaciones presentadas hicieron que el ministerio optase por reconducir la tramitación de impacto ambiental por vía ordinaria y no simplificada, lo que dilata los inicios de los trabajos de demolición. Los sindicatos llevan semanas denunciando que a partir del 30 de junio afrontan una situación de “indefensión”, ya que el compromiso de mantenimiento de empleo en la industria auxiliar y la paralización de traslados en la principal queda en el aire.
En un comunicado, los sindicatos exhortan a la población a defender del «empleo y el futuro de la comarca» y reclaman una «transición energética justa». «Endesa es culpable, pero también las administraciones públicas que consienten este desastre con promesas y palabrería de transición justa que no se concreta en nada», reprochan.
Al mismo tiempo, critican que la empresa Maessa, una filial del grupo constructor ACS contratada por Endesa para labores de mantenimiento de la térmica, va a proceder a un «traslado forzoso de 30 de los 47 contratados» el próximo jueves.