Reganosa supera la crisis energética con récord de actividad y 10 millones de beneficio
La regasificadora de Mugardos, que se ha convertido en un actor clave para Galicia en la transición energética, perdió rentabilidad, pero batió sus marcas en descarga de buques y gas transportado
Pasados más de 15 años desde que entró en operación la terminal regasificadora de Mugardos, Reganosa va camino de otra transformación. Primero se convirtió en transportista de gas, provocando el primer gran cambio en su accionariado con la salida de Naturgy; después aceleró su proceso de internacionalización hasta alcanzar los 14 países en los que opera actualmente; y ahora está decidida a jugar un papel clave en la transición energética, con dos proyectos de hidrógeno vinculados a zonas de apagado de térmicas, As Pontes y Meirama; y otro de biometano generado a partir de purín.
Reganosa busca su lugar en la nueva economía con resultados aparentemente sólidos. Los datos que ofrece en su informe anual muestran un pico de actividad y una empresa rentable y fuertemente capitalizada. El grupo, que tiene como principales accionistas a Gadisa y la Xunta, cerró su último ejercicio con algo más de 10 millones de beneficio, una caída tres millones respecto al año anterior. Quizá haya influido en el resultado que la compañía ha duplicado las inversiones en el pasado ejercicio, que se elevaron a 7,1 millones frente a los 3,8 millones de 2021. Las cuentas anuales arrojarán más luz al respecto, pero lo cierto es el ebitda se ha mantenido estable, incluso con un ligero incremento, al alcanzar los 33,6 millones.
Por el contrario, tanto la rentabilidad sobre el capital invertido (ROE) como sobre activos (ROA) se ha recortado. La primera pasó de un 8% a un 5,7%, y la segunda de un 6,5% a un 5,2%. A cierre de ejercicio, Reganosa tenía 187 millones en fondos propios y 158,4 millones en activos.
Récord de actividad
La actividad en España marcó cifras récord en un contexto de crisis energética y tensiones geopolíticas, factores que impulsaron la etapa inflacionista que parece empezar ahora a remitir. Según la información hecha pública por la compañía, la descarga de buques alcanzó 26.593 GWh, por encima de los 25.000 GWh de 2021; la regasificación de gas natural en Mugardos se mantuvo prácticamente igual, con 25.526 GWh frente a los 25.700 del ejercicio anterior; y el gas transportado en la red de gasoductos también tocó techo con 23.807 GWh. En 2021 habían sido 23.267 GWh.
Cabe destacar que Reganosa ha acordado con Enagás la venta de su red de gasoductos a cambio de la entrada en la regasificadora de El Musel, donde ostentará el 25% del capital. La operación sirve para garantizar la conexión del hidrógeno con Galicia a través del H2Med, una infraestructura importante para la compañía y sus proyectos de hidrógeno en la comunidad. También implica el final de su actividad como transportista de gas, que había provocado encontronazos judiciales con Enagás. La compañía que dirige Arturo Gonzalo volverá a ser la única gestora de la red gasista.
El grupo gallego cerró el pasado año con 159 trabajadores, un descenso respecto a los 167 del 2021.
Alianzas con gigantes
La puesta en marcha de proyectos renovables y de economía circular ha servido a Reganosa para tejer alianzas con grandes grupos. Junto a EDP promueve su planta de hidrógeno y central de bombeo en As Pontes. Con Repsol y Naturgy, antiguo socio de la compañía gallega, planean una planta de hidrógeno de 200 megavatios en Meirama, otro territorio afectado por el cierre de la térmica. Con estos mismos aliados desarrolla el proyecto de transformación de purines en biometano y fertilizantes orgánicos, para el que está prevista una inversión de 146 millones.