¿Quién paga las cuentas de la Marina?
El Ayuntamiento tiene pendiente de pago una factura de 10 millones de euros por las obras de la Marina que no piensa abonar hasta que recepcione la obra, algo que sucederá cuando el Puerto le demuestre que contaba con los permisos oportunos para realizar los trabajos
La galerías que jalonan la avenida de La Marina de A Coruña son una de los iconos de la ciudad. A principios del siglo XX el agua llegaba prácticamente a los pies de estas edificaciones tan características, pero con los años el puerto le fue comiendo terreno al mar casi al mismo ritmo que los vehículos se iban adueñando del espacio existente en detrimento del peatón.
Con el bipartito en el Gobierno municipal, la Autoridad Portuaria y el Ayuntamiento convocaron un concurso de ideas para renovar la fachada marítima de la ciudad. El proyecto elegido resultó ser el presentado por el urbanista José González Cebrián. Estalló la crisis y su ejecución se fue demorando. Luego llegó el Partido Popular a María Pita y se llevó por delante el planteamiento de González Cebrián y encargó al arquitecto Luis Collarte un nuevo diseño.
Un agujero para tapar otro
El ex alcalde popular Carlos Negreira quiso que la remodelación de la fachada marítima fuese su gran contribución a la ciudad. Su primera medida, desbloquear lo que llamaba «el agujero del Parrote», un túnel y un aparcamiento a medio terminar por la aparición de unos restos arqueológicos. El Ayuntamiento diseñó con la adjudicataria de esta infraestructura, Copasa, un nuevo diseño al que darían continuidad en la Marina con el soterramiento del tráfico y la urbanización de la superficie. El coste total de la remodelación del frente litoral: 53,4 millones de euros.
El Puerto, propietario de los terrenos, y el Ayuntamiento, convocaron un nuevo concurso para reformar La Marina. Los trabajos del túnel se los llevó la UTE de Copasa y Civis Global por 10,8 millones de euros, mientras que la adecuación de la superficie se otorgó a la UTE formada por FCC Construcción, Ogmios Proyecto y Lancer Proyectos y Obras por 3,8 millones de euros, casi dos millones por debajo del presupuesto de licitación. Según el convenio firmado entre las entidades promotoras, la Autoridad Portuaria abonaría 2 millones de euros, mientras que el resto de la financiación corre a cargo del Ayuntamiento.
Toca pagar
La intención de Negreira era tener toda la obra lista antes de los comicios municipales del pasado mes de mayo, aunque siempre negaron que los plazos se marcasen con fines electoralistas. En cualquier caso, las obras no llegaron a tiempo y hubo cambios en María Pita. La Marea Atlántica se hizo con la alcaldía y emprendió una lucha encarnizada con la Autoridad Portuaria que deja como resultado parte de la obra sin recepcionar hasta que se aclare el tema de las licencias y una cuenta sin pagar.
La cuestión es que el Ayuntamiento se negó a recepcionar las obras porque no les consta que la Autoridad Portuaria haya solicitado las licencias pertinentes. El Puerto alegó que dichas licencias no eran necesarias amparándose en informes de su asesoría jurídica y de la Abogacía del Estado. De momento sigue sin haber acuerdo. Ambas instituciones se mantienen en sus posturas, incluso buscan involucrar a terceros, como hizo recientemente el alcalde Xulio Ferreiro con la conselleira de Medio Ambiente de la Xunta, que casi de inmediato negó tener competencias para mediar en el conflicto.
Mejoras adicionales
El nuevo concejal de Urbanismo, Xiao Varela, avanzó durante su primera visita a las obras al poco de tomar posesión, que realizarán cambios en el diseño de la superficie, que comprende aproximadamente 30.000 metros cuadrados entre la Autoridad Portuaria el Teatro Rosalía de Castro y Puerta Real. No obstante, aclaró que dichas modificaciones supondrán una mejora del entorno -más bancos y más zonas de sombra-, pero que en ningún caso incrementarán un presupuesto ya de por sí millonario. Será una actuación «low cost«.