El Puerto de A Coruña, el que más crece en España en pleno Covid-19
Las instalaciones crecen un 25,7% en abril tras mover 1,16 millones de toneladas de mercancías; es el mayor incremento de todo el sistema portuario español
El Puerto de A Coruña lidera el crecimiento del sector en España en plena crisis por el coronavirus. Los tráficos de mercancías en las instalaciones coruñesas se dispararon hasta alcanzar las 1,16 millones de toneladas, lo que supone un crecimiento del 25,7% respecto al mismo mes del año 2019.
Se trata del mayor incremento de todo el sistema portuario español, según se desprende de las últimas estadísticas publicadas por Puertos del Estado, que revela que el movimiento de mercancías en las terminales españolas cayó un 10% durante este periodo y solo seis puertos (entre ellos el coruñés) lograron mejorar sus cifras.
Los graneles sólidos, clave
“Destacaron en este sentido los incrementos en graneles líquidos, especialmente en el petróleo que abastece a la refinería de Repsol, y, en el apartado de graneles sólidos, el maíz, los piensos y el clínquer, que en un amplio porcentaje se cargaron y descargaron en el Puerto Exterior. También mejoraron las cifras de pesca fresca y marisco, con 2.696 toneladas. El tráfico de cruceros fue nulo, como consecuencia de su prohibición a nivel estatal salvo circunstancias extraordinarias”, argumenta la Autoridad Portuaria de A Coruña a través de un comunicado.
El presidente de la institución, Enrique Losada, ha asegurado que los resultados ponen de manifiesto las labores de coordinación puestas en marcha para hacer frente a la crisis del Covid-19 y ha expresado su reconocimiento al esfuerzo que están realizando los trabajadores de la Autoridad Portuaria y de las empresas y organismos vinculados a la actividad, que ha posibilitado el mantenimiento de las operaciones con todas las garantías sanitarias y de seguridad.
Este repunte en abril permite reducir el balance negativo acumulado en los cuatro primeros meses del año, en los que el Puerto de A Coruña se ha visto lastrado por “la pérdida de tráficos como carbón y alúmina, motivada por los ceses de la actividad en la central térmica de Meirama y en la factoría de la antigua Alcoa”.