PSA culpa a la informática del SEPE de los errores en su ERTE
El fabricante automovilístico rechaza las acusaciones de CCOO y asegura que grandes empresas de toda España han tenido los mismos problemas
Ignacio Bueno, director de la planta de Stellantis en Vigo / E.P.
Acción y reacción. CCOO culpó a PSA de los problemas con los pagos a los trabajadores a los que se les aplicó el ERTE cuando el fabricante decidió cerrar sus plantas en Europa. Achacaba a la compañía que trasladó información errónea al SEPE y que tardó en rectificarla demasiado, de manera que no dio tiempo a tramitarlo adecuadamente.
Horas después, una fuente oficial de PSA respondió. El fabricante francés rechaza de plano las acusaciones del sindicato, que insinuó que la información trasladada de manera deficiente se debía a las discrepancias con la gestión del Gobierno y al intento de poner a los trabajadores en contra del Ejecutivo. La compañía tildó de “inadmisible” e “irracional” esta acusación.
La dirección del grupo atribuye el retraso en el pago de los ERTE a la aplicación informática que emplea el Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE). Dicha aplicación para la tramitación de altas y bajas colectivas no tiene en cuenta las particularidades de trabajadores de grandes empresas, y que debido a esto hay empleados de PSA Vigo a los que se incluyó en el ERTE que estaba descontando vacaciones o que trabajaron en turnos voluntarios de mantenimiento.
PSA dice que trabaja «codo con codo» con el SEPE
Señala, asimismo, que fue el SEPE el que inicialmente dio de alta a toda la plantilla, sin tener en cuenta que no todos los trabajadores estaban en situación de ERTE. PSA Vigo, señala esta fuente, «trabaja codo con codo» para resolver estos problemas, «en ningún caso atribuibles» a la multinacional gala, sino, insiste, a la citada aplicación informática del SEPE.
Y añade que este problema no se circunscribe solo a Galicia, sino que hay grandes empresas de toda España afectadas. Por todos estos motivos, los rectores de la fábrica de Balaídos consideran «reprobable» la acusación «absolutamente irracional» y «conspiratoria» de CCOO, máxime «en una situación como la que vivimos».
