Así salta una empresa gallega al MAB
Greenalia, la última empresa en estrenarse en el MAB, explica cuál es el proceso que debe seguir una sociedad para empezar a cotizar en este mercado
Empezar a cotizar en bolsa no es nada que a una empresa se le ocurra de un día para otro. Antes de dar el salto hace falta mucho trabajo previo y cumplir una serie de requisitos. Greenalia, la última compañía gallega en debutar en el Mercado Alternativo Bursátil (MaB), acaba de recorrer ese camino.
Como explica el director financiero de Greenalia, Antonio Fernández-Montells, en la compañía se habló por primera del MaB hace ya cinco años. Fue entonces, con la meta ya definida, cuando comenzaron un largo proceso que culminó el pasado día 1 de diciembre con un exitoso estreno en el segmento de empresas en expansión de este mercado, pensado para las empresas en crecimiento que buscan financiación.
Pero para entrar hay que cumplir una serie de requisitos. En primer lugar, la empresa deberá asumir los principios de transparencia e información, que le obligarán a comunicar cualquier movimiento relevante en su activdad. Además, tendrá que nombrar un asesor registrado y un proveedor de liquidez. En cuanto al accionariado, el MaB especifica que “es imprescindible que las acciones de las que sean titulares accionistas con porcentajes inferiores al 5% del capital social, representen un valor estimado superior a dos millones de euros”.
Los agentes
Toda empresa debe ir acompañada en el proceso de tres agentes. El asesor registrado, que hace las veces de representante ante la bolsa. El colocador, que se dedica a captar fondos, bien a través del MaB o de otra vía, “como en nuestro caso con el bono”, apunta el CFO de Greenalia. “Es quien te acompaña en el road show, quien te presenta a los inversores y quien construye tu equity story. Por último, el proveedor de liquidez lo que hace es casar las órdenes de compra y de venta.
En el caso de Greenalia, la búsqueda de asesores registrados y colocadores comenzó en el mes de marzo de este año. Como reconoce Fernández-Montells, “nosotros fuimos afortunados. A varios les gustó nuestro proyecto y tuvimos oportunidades para que nos sacasen a cotizar”. Finalmente, Solventis fue el elegido para desempeñar estos papeles.
El papeleo
“Una vez lo tienes claro, diseñas un poco el calendario de salida. Tienes una reunión con el MaB, que no tiene siempre el calendario que se adapta a ti, y comienza el papeleo: due-dilligence legal, laboral, financiera…”. Se solicita formalmente la salida y, después de meses de trabajo conjunto con los “muchos y muy variados” comités del regulador, puliendo los detalles y presentando planes de negocio, se cierra el Documento Incorporación al Mercado (DIM), que no se firma prácticamente hasta el último día.
Por si fuera poco, Greenalia emitió un bono en Luxemburgo que también requirió sus procedimientos, como la creación del sindicato de bonistas, nombrar un comisario, etc. Ahora ya piensan en lanzarse al Euronext, pero allí hay muchas más sinergias.
“El asesor registrado nos podría valer para los dos. Haríamos un dual listing, por tanto el proveedor de liquidez también sería común. La documentación ya la tenemos de las due-dilligence. En tres años a lo mejor la cosa cambiaba, pero a corto plazo está todo hecho. Solo hay que pagar el fee de entrada y el anual, pero en dos tres meses podríamos estar ahí, con acceso a un mercado nuevo, el frances, y con una liquidez muchísimo mayor a la que tiene el MaB”, indica el responsable financiero de Greenalia.
Costes
Y es que salir a bolsa tampoco es gratis. En el caso del MaB, la tarifa para las empresas en expansión es de 6.000 € de fijo más un variable del 0,05 por mil sobre la capitalización de los valores a incorporar que resulte de su primer precio en el Mercado. Posteriormente, como costes de mantenimiento, aplica una tarifa fija anual de 6.000 €. Pero el coste no es un freno para ninguna, ya que tienen mucho más que ganar.