Povisa eleva un 27% los ingresos de la actividad privada ante la caída de pacientes del Sergas
Ribera Salud asegura que la ampliación de servicios en el mayor hospital privado de Galicia permitió elevar la facturación hasta los 105,6 millones en 2021, reduciendo el peso del concierto con la Xunta
Como en los seis años anteriores, Povisa cerró el pasado ejercicio con pérdidas, pero con algunos elementos positivos para el haber de Ribera Salud, el grupo valenciano que se hizo con el mayor hospital privado de Galicia en 2019 por 24 millones. El primero es el propio descenso de los números rojos, que un año antes, con el estallido de la crisis sanitaria por el Covid-19, habían ascendido a 3,6 millones. Otro igual de importante fue la recuperación de la actividad, acompañada de un incremento de la facturación y de un menor peso del concierto con la Xunta en el conjunto del volumen de negocio.
El hospital vigués superó en 2021 los 105,6 millones de facturación, un 8% más que en el año anterior. El mayor avance se produjo en la llamada actividad privada, aquella que no realiza en el marco del concierto con la Xunta con pacientes derivados de la red pública. En esta área la facturación se incrementó un 27%, alcanzando los 29 millones de euros. El dato contrasta con la prestación de servicios a pacientes del Sergas, que «ha estado otro año más marcada por el descenso de la población asignada al hospital», dice Povisa en su informe de gestión.
El peso del concierto con Sanidade en el conjunto de la cifra de negocio descendió al 72%, frente al 76% que había representado en 2020. Sin embargo, el dato tiene truco. Los ingresos procedentes del Sergas se incrementaron, pasando de los 74 a los 76 millones. Lo que sucede es que la actividad con aseguradoras y particulares aumentó mucho más, gracias a la paulatina recuperación de actividad tras el parón del Covid.
Ampliación de servicios
El año que estalló la pandemia, el Gobierno gallego obligaba a mantener la disponibilidad de los servicios de los hospitales privados en caso de que fueran necesarios para la atención de pacientes Covid, lo que conllevó aplazar la actividad no esencial. Los quebrantos generados por esta situación, donde se reducía la actividad pero se mantenían los costes, fueron en la mayor parte de casos reclamados posteriormente a Sanidade. En el caso de Povisa, al contar con el ingreso procedente de la cápita –la población asignada por el Sergas–, el impacto fue menos significativo. Al menos, tenía ingresos garantizados.
Aunque la reactivación tras el Covid parece un elemento esencial para explicar el balance, Povisa recalca en su informe de gestión que «la ampliación de la cartera de servicios, con la puesta en marcha de las nuevas unidades de dental, dermoestética, traumatología y ortopedia infantil, unidad de chequeos integrales y pruebas Covid, entre otras, junto con la recuperación de la actividad programada quirúrgica y las consultas no urgentes, han hecho posible un crecimiento de la facturación al sector privado por encima del 27% respecto al pasado año y, en consecuencia, un incremento de la cifra de negocios de un 8% sobre el ejercicio 2020″. Es decir, que otorga relevancia en el aumento de facturación a la apuesta de Ribera Salud por ampliar la actividad en el centro vigués.
Deudas del Sergas
Otro elemento favorable a Povisa, al menos a priori, es que la Xunta le debía a cierre de ejercicio 14,7 millones. De estos, el hospital afirma que esperaba cobrar este mismo año 3,9 millones correspondientes a la medicación de hemoderivados dispensada entre el 1 de enero 2014 hasta el 31 de diciembre de 2018, por un total de 2,27 millones, y a la medicación dispensada a pacientes en consulta externa de atención farmacéutica entre enero y abril de 2019 por un importe de 1,65 millones.