Plan de ajuste en Arias Infraestructuras, que renegocia su deuda con los bancos
El golpe del Covid lleva de nuevo a pérdidas a Arias, constructora que se plantea a corto y medio plazo una reducción de tamaño y objetivos, y activa el aplazamiento de sus obligaciones financieras
Arias Infraestructuras activa un plan de adelgazamiento. El grupo constructor coruñés prepara un ajuste para ganar viabilidad, con menor coste de estructura, al tiempo que inicia la renegociación de su deuda bancaria. Las previsiones del grupo apuntan a que en el primer trimestre de este año activará ambos procesos: reorganización laboral y financiera.
La compañía pilotada por Mario Barcenilla y Antonio Aranzadi, sus propietarios desde 2018, acompañará la reducción de gastos fijos y generales a la negociación de su deuda, que pasa por el aplazamiento de los vencimientos. De acuerdo con las fuentes consultadas por Economía Digital Galicia, el endeudamiento actual de Arias se sitúa en unos 10 millones de euros. Su plantilla ronda los 130 empleados.
Generación de flujo y proveedores
Fuentes cercanas al grupo aseguran que todo ello les permitirá ganar competitividad por ratios en consonancia con otras empresas del sector y mejorar la rentabilidad de su actividad. A la vez, el plan pasa por hacer viable el flujo de efectivo adaptando sus obligaciones de pagos a bancos y proveedores a la generación de beneficios en las actuales condiciones y perspectivas.
El golpe del Covid implicó una caída generalizada del sector de la construcción y, en el caso de Arias, se produjo una restricción de la contratación de un 32%. Ese año, el 2020, se cerró sin beneficios. Sin embargo, el resultado de la cuenta de pérdidas y ganancias anotaba unos números rojos de 1,1 millones de euros, en parte procedentes de la compensación de la diferencia de cambio que supuso el cierre de su actividad en Bolivia, que había iniciado años atrás.
Pérdidas al cierre de 2021
Las previsiones de Arias apuntan a que el cierre de 2021 se saldará con una cifra de negocio de 21,3 millones, por encima de los 18,2 millones de euros facturados en 2020, pero con una fuerte erosión en su rentabilidad. Las pérdidas previstas por el grupo al cierre del año se situarían en un millón de euros, al acusar el encarecimiento de las materias primas, que impacta en la ejecución de obras anteriores.
La constructora coruñesa, en su día propiedad de la familia Arias, después del empresario Ildefonso Rodríguez, ya fallecido, y gestionada actualmente por dos socios, Mario Barcenilla y Antonio Aranzadi, apuesta por proseguir con las líneas generales de su plan de negocio, pero adaptado a unos volúmenes más reducidos, circunscrito geográficamente a Galicia y con un objetivo de diversificación hacia el mantenimiento y la conservación, que rondaría el 15% de la cifra de negocio.
Menor tamaño
De esta manera, Arias plantea a corto y medio plazo una reducción de tamaño y objetivos, sin que eso suponga reducir capacidad de ejecución en puntas de contratación, señalan fuentes cercanas a la compañía. Arias adaptará así sus planes a las nuevas perspectivas del sector, con unos ingresos previstos entre 18 y 20 millones de euros y un resultado asociado entre 0,7 y un millón de euros. Para ello, será determinante el plan de ajuste y la renegociación de la deuda bancaria que ahora inicia.