Pharma Mar y Zendal: una saga de empresarios gallegos contra el Covid

José María Fernández de Sousa y Pedro Fernández Puentes, primos y dueños Pharma Mar y Zendal, hacen historia en la lucha contra el Covid-19

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Biofabri, filial del grupo Zendal y con sede en O Porriño (Pontevedra), marcó ayer un hito en la industria farmacéutica española. La compañía ha llegado a un acuerdo la biotecnológica Novavax por la que llevará a cabo la producción industrial para toda Europa de su vacuna contra el Covid-19. El gigante estadounidense desarrolla en estos momentos ensayos clínicos en fase 2 con su compuesto y estima que los de fase 3 comiencen en el tercer trimestre del año. El logro no es menor. Este martes, la propia Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS), dependiente del Ministerio de Sanidad, destacaba que el acuerdo «supone un impulso para la industria farmacéutica española y el aumento de la capacidad global de producción de la futura vacuna contra el Covid-19 para garantizar el acceso equitativo a toda la población«.

También el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, saludó el hecho de que sea una empresa gallega la que se vaya a encargar de la fabricación en Europa de la vacuna. Curiosamente, los directivos del grupo Zendal forman parte de una histórica familia empresarial emparentada con José María Fernández de Sousa, el presidente de Pharma Mar, otra compañía de origen vigués, cuyos beneficios se han disparado este 2020 a pesar de la pandemia y que también está trabajando desde su cartera de negocio en la lucha contra el coronavirus.

Pharma Mar comercializa, a través de su filial de diagnóstico, Genómica, un kit de detección del Covid-19 que ha cosechado muy buenas críticas por su precisión y que le ha valido cerrar, entre otros, un contrato de 4 millones de euros con el Instituto Nacional de Gestión Sanitaria (Ingesa) en mayo. Además de esto, la compañía –que la próxima semana comenzará a cotizar en el Ibex35— realiza un ensayo clínico para constatar que uno de sus antitumorales, el Aplidin, es (como defiende el CSIC y el propio virólogo estrella García Sastre) efectivo contra el Covid-19. En este caso no se trata de una vacuna, sino un medicamento para pacientes que inhibe la reproducción del virus.

De este modo, las dos principales empresas farmacéuticas gallegas que se han colocado en primera línea de investigación contra el virus proceden de una misma saga familiar y empresarial que tiene su germen en Zeltia.

Fernández Puentes, nexo entre Zendal y Pharma Mar

El grupo Zendal, llamado ahora a producir la deseada vacuna contra el Covid-19, está presidido por Pedro Fernández Puentes, a la sazón, primo de José María Fernández de Sousa, el presidente de Pharma Mar (y, por tanto, primo también de Manuel Fernández de Sousa, el empresario que llevó al éxito y a la posterior quiebra a la antigua Pescanova). Directivo poco conocido en los medios, atesora un considerable patrimonio, que se estima en más de 100 millones de euros, solo teniendo en cuenta sus principales participadas. Además de dueño de Zendal (que toma su nombre de la enfermera gallega que llevó la vacuna de la viruela a América con la expedición Balmis), también ocupa el cargo de vicepresidente en la propia Pharma Mar.

De hecho, según los datos de la CNMV, Fernández Puentes es uno de los accionistas significativos de Pharma Mar, con casi un 4,5% del capital de la misma. Su participación solo está superada por la de Sandra Ortega, que posee un 5%, Montserrat Andrade, consejera y mujer de Fernández de Sousa, y el propio presidente de la compañía, que retiene algo más de un 11% de la misma. Solo la participación del dueño de Zendal en Pharma Mar está valorada en estos momentos en 88 millones de euros, teniendo en cuenta que su capitalización roza los 2.000 millones tras el arreón bursátil experimentado en los últimos días.

Los vínculos de un clan empresarial

Pero los negocios de Fernández Puentes vinculados con Pharma Mar no acaban en el consejo de administración de la farmacéutica. El empresario ocupa también el cargo de presidente en Zelnova Zeltia, la última de las última de las filiales gallegas de Pharma Mar, de la que Fernández de Sousa-Faro se desprendió hace algo más de un año para centrarse en el negocio oncológico. Se trata de la, en su día, filial química de la antigua Zeltia, que tiene en el mercado productos tan conocidos como el insecticida Kill Paff o los barnices Xylazel. Pharma Mar vendió la filial en 2019 por 33,4 millones de euros a las sociedades Allentia Invest y Safoles, las dos, vehículos de inversión de Fernández Puentes.

Al fin y al cabo, con la compra de Zelnova, Fernández Puentes no hizo más que dar continuidad a empresas que fueron fundadas por su padre y por su tío. El vicepresidente de Pharma Mar es hijo de Antonio Fernández López, un empresario total lucense que localizó su actividad en el área de Vigo y que fue responsable de la creación de firmas tan dispares como Transfesa o Corporación Noroeste, además, por supuesto, de Zeltia y Pescanova.

Zendal

En resumen, es de los orígenes de la histórica Zeltia de la que beben dos de los grupos farmacéuticos que ahora luchan contra el Covid. Y es que el el propio grupo Zendal nace de la compra de la filial Cooper-Zeltia en el año 1993. Originalmente, esta tomó el nombre de CZ Veterinaria. Zendal está formado actualmente por seis empresas, todas enmarcadas en el sector de la biotecnología y vacunas para salud humana y animal: CZ Vaccines, Biofabri, Vetia, Petia Animal Health, Zinereo Pharma y Probisearch. Actualmente, explican, tienen varias líneas de trabajo relacionadas con el Covid-19, desarrolladas a través de dos de sus filiales especializadas en el campo de las vacunas: CZ Vaccines y Biofabri.

Biofabri, la filial que ha sellado el acuerdo con Novavax, está especializada en el desarrollo de nuevas vacunas de humanos, entre otras, la MTBVAC, una nueva vacuna contra la tuberculosis en fase 2 de ensayos clínicos. CZ Vaccines, con una plantilla de más de 200 trabajadores, fabrica productos derivados de micobacterias y posee «la tecnología y capacidad productiva para la fabricación de una importante diversidad de vacunas: contra enfermedades virales, bacterianas y parasitarias».

Dos empresas con beneficios millonarios

Sin noticias de momento sobre los términos económicos del acuerdo con Novavax, lo cierto es que tanto Zendal como Pharma Mar cosechan buenos resultados económicos. Con unos activos por encima de los 100 millones de euros, según sus últimas cuentas consolidadas depositadas ante el Registro Mercantil, el grupo Zendal cerró el pasado año con una facturación de más de 44 millones de euros, frente a los 38 millones contabilizados en 2018. El beneficio consolidado del grupo ascendió a 6,7 millones de euros, un 20% más que en el ejercicio precedente

En su memoria anual, Zendal explica que la evolución del grupo durante el pasado ejercicio «ha sido muy positiva, con crecimientos de doble dígito tanto en resultado como en ingresos«. «El grupo continúa realizando fuertes actividades de I+D a través de todas sus compañías en cada una de sus actividades como parte de su compromiso con la misión del mismo. Todas las compañías han experimentado crecimiento en el ejercicio 2019, lo que afianza la evolución de sus líneas estratégicas», destaca.

Si bien como grupo consolidado, Pharma Mar acabó en rojo el 2019, el presente ejercicio está resultando triunfal. La compañía cerró el primer semestre del año con un beneficio histórico de casi 114 millones de euros, frente a las pérdidas de 21 millones del mismo periodo del año pasado. Los espectaculares resultados se firmaron a golpe de licencia, ya que ingresó más de 115 millones de euros en concepto de contratos de esta naturaleza solo gracias al antitumoral Zepzelca, que explota en Estados Unidos Jazz Pharmaceuticals. La previsión es que el próximo mes de octubre se conozcan ya los resultados de su ensayo clínico, aún en fase 1, con Aplidin.

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