Pharma Mar, Altia, Ecoener… Así son las ‘fortunas ocultas’ de las cotizadas gallegas
El segundo patrimonio de España, Sandra Ortega, mantiene una participación de un 5% en Pharma Mar. No obstante, otros ricos de relumbrón, de Bhavnani a la marquesa de Ybarra, apuestan por negocios gallegos
Más allá de Amancio Ortega con su 60% en Inditex, el grupo que fundó, el accionariado de las cotizadas gallegas encierra otras fortunas de relumbrón. Empresarios como la marquesa de Ybarra, el inversor de origen hindú Ram Bhavnani o, por supuesto, Sandra Ortega, la mujer mas acaudalada de España, defienden participaciones relevantes en Ecoener, Altia o Pharma Mar.
La última gran fortuna en apostar por una cotizada gallega ha sido Carmen Ybarra Careaga, que irrumpió en el capital de la compañía gallega de energías renovables Ecoener el pasado mayo, después de su salto al mercado continuo. Los registros de la CNMV indica que es su segunda gran accionista, por detrás de su presidente, Luis Valdivia, que retiene más de un 70% de la compañía.
La familia Ybarra
La marquesa de Arriluce Ybarra acostumbra a invertir en valores de la bolsa española vinculados en muchas ocasiones al sector verde. En mayo de 2021 se hizo con un paquete de acciones equivalente al 6,157% del capital de la firma coruñesa por unos 20 millones de euros. En la actualidad, la participación estaría valorada en unos 15,3 millones de euros, teniendo en cuenta la capitalización bursátil de la firma de renovables, de 249,7 millones.
La empresaria, considerada uno de los grandes patrimonios de Euskadi, desembarcó en Ecoener a través de su vehículo inversor Onchena, que también ha sido accionistas de otras firmas, de MásMóvil, a Solarpack, Viscofán o Elecnor. Mantiene además posiciones en Vocento.
Ram Bhavnani y Altia
Quien, al menos de momento, le ha sacado mucha más rentabilidad a su inversión en una cotizada gallega es el empresario de origen hindú Ram Bhavnani, que desembarcó en la Altia de Tino Fernández hace casi una década. Empezó con un 1% de la empresa tecnológica coruñesa, que cotiza en el BME Growth, el antiguo Mercado Alternativo Bursátil. Hoy en día retiene casi un 12,5% de su capital a través de distintos vehículos inversores. Su participación tendría un valor de cerca de 23 millones de euros, teniendo en cuenta que la capitalización de Altia se eleva sobre los 180 millones.
Poco o nada conocido en Galicia, Bhavnani destaca en el mundo de los negocios por el discreto imperio levantado a través de sus inversiones con su holding Casa Kishoo. El ejecutivo desembarcó en Santa Cruz de Tenerife en 1965, donde comenzó a trabajar en un pequeño bazar que despegó con el auge del turismo. Invirtió en un par de terrenos para colocar 20 millones de las antiguas pesetas en Banco Popular. Desde entonces, su fortuna no ha dejado de crecer.
De sus inversiones en el terreno financiero llegó a sacar unas plusvalías que rondaron los 600 millones de euros. Apostó por el Central Hispano antes de que el Santander se quedase con la histórica entidad, llegó a tener el 10% del Banco Zaragozano cuando Barclays lo compró, y se sacó 400 millones limpios cuando en 2007 Credit Agricole le compró por 800 su casi 15% en Bankinter. Todo un ojo inversor.
Las fortunas de Pharma Mar
En la lista de cotizadas de origen gallego que esconden en su accionariado a flamantes fortunas destaca también el caso de Pharma Mar. Heredado de Rosalía Mera, Sandra Ortega posee un paquete accionarial de un 5,01% a través de Rosp Corunna, además de formar parte de su consejo de administración.
Se trata de la tercera máxima accionista de la biofarmacéutica, por debajo de Jose María Fernández de Sousa, el presidente de la compañía, con un 11,13%, y Montserrat Andrade, con un 5,12%. Se sitúa ligeramente por encima del 4,49% de Pedro Fernández Puentes, vicepresidente de Pharma Mar y presidente de los laboratorios Zendal, cuyo negocio parece llamado a dar un salto de gigante en el terreno económico en el momento en el que comience a comercializarse la vacuna contra el Covid de Novavax, compañía americana con la que la firma gallega llegó a un acuerdo de producción.