Pescanova vuelve a toparse con su agujero negro
La compañía no logra justificar documentalmente las cuentas de 2013 ante la CNMV mientras los minoritarios retan a la banca con un plan alternativo
Las cuentas de Pescanova siguen dando quebraderos de cabeza a la multinacional pesquera. Los requerimientos de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) han vuelto a sacar a la luz el ‘agujero negro’ que impide a la sociedad actualizar la salvedad por limitación al alcance incluida en el informe de auditoría relativo a las cuentas anuales consolidadas de 2014.
En un escrito remitido a la CNMV, la compañía reconoce que no le ha sido posible obtener nuevos soportes documentales a los empleados para realizar las estimaciones en el momento de formular las cuentas consolidadas de 2013. El auditor adjunta un informe en el que respalda las cuentas de 2014 y explican también que, por este motivo, la información semestral consolidada a 31 de mayo de este año no ha incluido ninguna modificación de la actualización de dicha salvedad.
Las cuentas consolidadas de 2013 y sociedades dependientes fueron formuladas por la administración concursal en mayo de 2014 y en su elaboración habían influido, según la pesquera, las circunstancias «extraordinarias del grupo por esas fechas, así como las incidencias financieras y contables que se habían identificado durante el proceso concursal. Por ello, tuvieron que recurrir a «determinadas estimaciones y juicios de valor» relacionados con determinados saldos y transacciones por los que ahora la CNMV pide explicaciones.
Minoritarios al rescate
Este martes, la CNMV también recibía una comunicación relativa a Pescanova. En esta ocasión eran los minoritarios los que presentaban un escrito para solicitar la inclusión en el orden del día de la próxima junta general de accionistas de un acuerdo alternativo que les permita optar al menos a un 20% de la participación que poseían en la empresa.
Su propuesta contempla que las aseguradoras asuman el desembolso de 3,5 millones de euros, el equivalente a la cuarta parte de los 14 millones que plantean los administradores; los acreedores, 6,25 millones en lugar de los 25 propuestos, y, por último, que se suprima el tramo destinado a los accionistas de Pescanova, para los que los administadores soliticitaban hasta 7,32 millones de euros, con lo que accederían hasta el 15% del capital de la Nueva Pescanova.
En lucha
A pesar de que su propuesta logra que la parte de Pescanova suba al 20% y los acreedores reduzcan sus aportaciones a la Nueva Pescanova sin modificar sus participaciones relativas, los minoritarios han señalado que no interrumpirán su «lucha» contra la banca, ya uqe consideran que deben seguir batallando por recuperar «el 100% de lo invertido», mientras que «el G7 saldrá victorioso» perdiendo menos que ellos.