La acuicultura castiga a Nueva Pescanova: cierra el año con 53 millones en pérdidas en plena venta a Cooke

La división de acuicultura se anotó unos números rojos de 36,6 millones en el ejercicio cerrado en marzo de este año, más de la mitad de las pérdidas totales del grupo

José María Benavent junto a Alfonso Rueda y Ángeles Vázquez / Nueva Pescanova

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Nueva Pescanova afronta la negociación para la venta a Cooke en un mar de pérdidas. Solo unos días antes de que Abanca llegara a un preacuerdo con la compañía canadiense para el traspaso del 80% del capital y, en consecuencia, el cambio en el control del grupo, la pesquera finalizaba el ejercicio con abultados números rojos. La multinacional gallega cerró su año fiscal el 31 de marzo anotándose pérdidas por valor de 53,2 millones de euros, frente a los 7,8 millones de beneficio del ejercicio precedente. El desempeño negativo del área de acuicultura fue clave en el fatal desenlace, que ahora puede resultar un lastre para formalizar la operación con Cooke, valorada en su momento por Abanca en torno a los 800 millones.

La compañía que preside José María Benavent y que dirigió durante todo el ejercicio Ignacio González, ahora fuera del grupo, ya apuntaba en diciembre a un curso en números rojos. Las cuentas anuales de Abanca desvelaron develaron que su participada había obtenido un resultado negativo de 60 millones en los nueve primeros meses de su ejercicio. El balance final apunta a que Nueva Pescanova, al menos, pudo contener la sangría.

Los resultados recogidos en su Estado de Información No Financiera, expresados antes de impuestos y ajustes de consolidación, muestran que todas las divisiones de negocio salvo la actividad pesquera en Argentina y Perú registraron pérdidas. Las más significativas fueron las del área de acuicultura, que se anotó 36,6 millones en pérdidas. Esta UGE (unidad generadora de efectivo) incluye las plantas de langostino vannamei de Nicaragua, Ecuador y Guatemala, pero no la cría del rodaballo en Galicia ni el criadero de pulpo que está desarrollando la compañía.

En el área comercial, las pérdidas ascendieron a 11,7 millones, mientras que la actividad pesquera en Namibia, Mozambique y Angola aportó un resultado negativo de 17,8 millones. A cierre de ejercicio, la plantilla del grupo estaba conformada por más de 10.000 trabajadores, una cifra a la baja en comparación a los 11.000 con los que contaba en la misma fecha del año anterior.

La calma de Escotet

A pesar de las pérdidas, la todavía dueña de la pesquera, Abanca, ha defendido la mejoría del balance en, al menos, los dos últimos años. El presidente de la entidad financiera, Juan Carlos Escotet, lo volvió a reiterar recientemente, a finales de junio, cuando aseguró en la Viglobal Summit 2023 de Vigo que la empresa «tiene un desempeño especialmente bueno». El banquero hizo también un llamamiento a la calma respecto al proceso de venta a Cooke: «La negociación sigue, pero sin prisa», zanjó.

Lo hizo en un momento de incerteza sobre que la operación llegue a buen puerto. Según publicó El Confidencial, la compañía canadiense habría trasladado la necesidad de rebajar de manera significativa el precio de venta, justificándose en el desempeño financiero de Nueva Pescanova y en problemas de rentabilidad, entre otros motivos. En este ejercicio, la pesquera afrontaba el mayor pago de los vencimientos de deuda pendientes, 274,8 millones de una deuda total de 585, 5 millones, según consta en la memoria anual de la compañía. El patrimonio neto se situaba en los 276,6 millones y los activos superaban los 1.000 millones. Estos elementos dan pie a Escotet para aguantar el pulso en el proceso de venta a Cooke.

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