Adif recorta pérdidas, pero afronta reclamaciones de 690 millones de las constructoras del AVE
El gestor de la red ferroviaria y Adif Alta Velocidad, encargado del despliegue del AVE, acumularon 370 millones en números rojos el año pasado
Adif y Adif Alta Velocidad, las empresas públicas que se encargan de la construcción y gestión de las infraestructuras ferroviarias, cerraron el pasado ejercicio en pérdidas a pesar de una notable recuperación del tráfico. El parón provocado por el Covid y las restricciones que se mantuvieron todavía en el ejercicio de 2021 desaparecieron el año pasado, lo que favoreció el incremento de ingresos en la comparativa interanual, como también lo hizo la puesta en operación de nuevos servicios como el AVE a Galicia. Sin embargo, no fue suficiente para evitar los números rojos.
Adif Alta Velocidad, escisión que se quedó la actividad vinculada al despliegue del AVE, cerró el ejercicio con 296,7 millones en pérdidas, frente al resultado negativo de 425,4 millones de 2021. En el caso de Adif, los números rojos se situaron en 78,5 millones, frente a los 28,2 millones de beneficios del año anterior. Los resultados negativos, 375 millones entre las dos, no son excepcionales para ambas empresas, que acometen grandes inversiones en la red y perciben sus ingresos, fundamentalmente, a través de cánones por el uso de la infraestructura.
En este terreno la progresión fue importante, pues Adif Alta Velocidad alcanzó los 563,5 millones de cifra de negocio (390,5 millones en 2021) y Adif los 603 millones (573,1 millones el año anterior). Tanto los cánones por uso de vía como los de estaciones se incrementaron. En la alta velocidad los ingresos por utilización de líneas avanzaron un 43% y, por utilización de estaciones de viajeros, un 51,4%. En Adif el aumento fue del 4,5% y el 11%, respectivamente.
Los líos con las constructoras del AVE
Los litigios con las contratistas de las líneas de alta velocidad, parte de ellas implicadas en procesos sancionadores por cártel cursados por Competencia, se han mantenido más o menos estables. Las provisiones de Adif Alta Velocidad ascienden a 695 millones, por debajo de los 711 millones del año anterior. Este descenso se debe fundamentalmente a que liberó casi 10 millones reservados para conflictos por las expropiaciones de terreno para la construcción de las líneas ferroviarias u otras infraestructuras.
Las demandas de las constructoras se sitúan en los 690,9 millones, también seis millones por debajo del dato de 2021. Las reclamaciones de los contratistas están relacionadas con revisiones de precios o sobrecostes provocados por paralizaciones y ampliaciones en el plazo de ejecución, según explica la entidad en su memoria. Adif ve «probable» que estos litigios provoquen una «salida futura de recursos», es decir, que tenga que asumir pagos adicionales a las empresas.
Los cárteles del AVE
En su memoria de ejercicio, Adif recuerda que la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia dictó cuatro resoluciones sancionadoras por prácticas colusorias de los contratistas en sus concursos. De dichas resoluciones, solo una está anulada, la que multó con 5,64 millones de euros a cuatro empresas — Amurrio Ferrocarril, Jez Sistemas Ferroviarios, Talleres Alegría y Duro Felguera Rail– y nueve de sus directivos por repartirse las adjudicaciones de los suministros de desvíos ferroviarios.
El resto de procedimientos investigan cárteles en los sistemas de seguridad, control y gestión del tráfico; en los sistemas de electrificación y equipos electromecánicos, o en las propias licitaciones de infraestructura. Prácticamente todas las grandes contratistas de Adif han sido sancionadas, desde Elecnor, Siemens, Alstom o Cobra a Ferrovial, ACS, Acciona, OHL, Sacyr y Acciona.