Paramés achaca su caída a que «el mercado ha dejado de pensar»
El inversor ferrolano asegura estar "en la senda correcta" y culpa a los bajos tipos de interés y la gestión pasiva de distorsionar los mercados
Francisco García Paramés, conocido popularmente como el Warren Buffett español, compareció ayer en la conferencia anual de su gestora, Cobas Asset Management, para explicar ante sus clientes los motivos de sus recientes caídas y las perspectivas que maneja para este 2020.
“La rentabilidad del año pasado ha sido razonable pero no se ha recuperado todo lo que tenemos que recuperar. Hay mucho camino por recorrer. Estamos un poco en la senda correcta, un poquito… pero estamos”, ha asegurado después de que su Cobas Iberia volviese a cerrar 2019 por debajo del Ibex 35 (este último se revalorizó un 11,82% en el periodo, casi el doble que el 6,1% del fondo de Paramés).
El inversor ferrolano ha achacado el mal comportamiento de sus fondos desde su vuelta a la industria en 2017 a que “el mercado ha dejado de pensar en gran medida y por eso hace cosas extrañas”. “El porcentaje de gestión pasiva ha pasado el 3% en 2003 al 50% en 2019. Esto significa que el 50% de las decisiones que se toman en Estados Unidos a la hora de invertir no se piensan. Se invierte porque la compañía es grande y está en el índice tal o cual”, ha reivindicado Paramés, que ha acusado a los bajos tipos de interés de distorsionar el mercado.
A vueltas con el valor de su cartera
El inversor nacido en Ferrol reivindicó un potencial de revalorización del 84% para su cartera ibérica y del 126% para su fondo internacional con su apuesta en compañías que, a su juicio, se encuentran infravalorada en el mercado.
“Tenemos compañías que tienen más dinero de lo que valen. Pero quiero recordar que nuestra aproximación al resto acciones industrial no bursátil y especulativa. Estamos comprando un trozo en una compañía un trozo de cashflow. Nunca puede estar pasado de moda”, ha recalcado Paramés, que asegura que su cartera está compuesta por valores que tienen, de media, un PER (veces que el beneficio de una compañía está recogido en el precio de una acción) de 6,6 veces, frente a las casi 14 veces a las que se sitúa en el Ibex 35.