Las paradojas de Pharma Mar: su mejor año en bolsa y pérdidas récord
La biotecnológica se dispara un 166% en su mejor año en bolsa tras un contrato milmillonario que compensa las pérdidas de 40 millones previstas este año
Pharma Mar vive una paradoja. La biotecnológica capitaneada por José María Fernández de Sousa va camino de cerrar 2019 con la mayor subida en bolsa de toda su historia mientras sufre pérdidas récord.
Y es que tras dispararse un 19% en bolsa el pasado jueves con su megacontrato en Estados Unidos, la compañía ya se revaloriza un 165,9% en lo que va de año, una subida tan solo superada por las acciones b (aquellas que otorgan menos derecho de voto) de Abengoa, que escalan un 194,1% en el mismo periodo.
Pérdidas récord sin filiales gallegas
Las ganancias que se espera que coseche la compañía pesan más en las balanza de los inversores que las pérdidas previstas para este ejercicio. La compañía cerró los nueve primeros meses del año con unas pérdidas de 27 millones de euros y el consenso de analistas prevé que los números rojos se eleven hasta los 40 millones de euros al cierre del ejercicio.
Pharma Mar ha visto lastrada su cuenta de resultados en un 2019 en el que sus dos filiales gallegas han dejado de sumar. Y es que si en septiembre del año pasado la compañía decidía vender su filial de pinturas y barnices, Xylazel, al grupo holandés AkzoNobel por 21,8 millones de euros, el pasado mes de junio le tocaba su turno a Zelnova-Zeltia, especializada en la fabricación de insecticidas, que fue comprada por las sociedades Allentia y Safoles (controladas por el vicepresidente de Pharma Mar, Pedro Fernández Puentes) por un importe de 33,4 millones de euros.
Se vuelca con los antitumorales
Tras salir del capital de las químicas Xylazel y Zelnova-Zeltia, Pharma Mar se vuelca por completo con su área oncológica. La compañía ya había avanzado previamente la posibilidad de suspender temporalmente sus otras áreas de actividad (química y diagnóstico genético) en el caso de necesitar liquidez adicional para el desarrollo del Zepsyre.
El cambio de estrategia para enfocarse en el desarrollo de antitumorales comienza a dar sus primeros frutos. Y es que es precisamente el Zepsyre, diseñado para combatir el cáncer de pulmón microcítico, el que ha alimentado el último acelerón de sus acciones en bolsa. Apenas unos días después de solicitar la «aprobación acelerada» del fármaco a la Agencia de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos, la compañía selló un acuerdo con la irlandesa Jazz Pharmaceutical para que esta comercialice el fármaco en el país norteamericano.
El contrato contempla un pago inicial de 200 millones de dólares, otros 250 millones por la consecución de objetivos regulatorios, a los que se suman 550 millones por el logro de objetivos comerciales, además de royalties por las ventas netas. En total, son más de 1.000 millones de dólares (unos 900 millones de euros) los que se puede embolsar con este fármaco la compañía, que está participada al 5% por Sandra Ortega, la primogénita del fundador de Inditex.
De Sylentis a Aplidin
Pharma Mar fía buena parte de su plan futuro a la evolución de Zepsyre, pero no es el único superventas que desarrolla en sus laboratorios. La firma espera poder reeditar el éxito del Yondelis con el tratamiento para el ojo seco que desarrolla su filial Sylentis y que, una vez en el mercado, podría aportar otros 1.000 millones de euros, según los cálculos del equipo de José María Fernández de Sousa.
Además de su antitumoral y su fármaco para el síndrome del ojo seco, de los laboratorios de la compañía también sale el Aplidin, para el tratamiento del mieloma múltiple. El fármaco, autorizado en Australia, fue rechazado por la Comisión Europea tras ser valorado negativamente Agencia Europea de Medicamentos, lo que provocó que Pharma Mar acudiese al Tribunal General de la Unión Europea para demandar a la Comisión Europea en un movimiento que se encuentra todavía pendiente de decisión judicial.