Palo del Gobierno a la Xunta por “dejar que se hundiese” Alu Ibérica
La subdelegada del Gobierno en A Coruña, María Rivas, pregunta “qué soluciones propuso” la Xunta para evitar el colapso de la planta de Alcoa y la acusa de “dejar que se hundiese” la fábrica pese a tener las competencias en industria
El cierre de Alu Ibérica, las antiguas plantas de Alcoa en A Coruña y Avilés, ha provocado un ruidoso choque entre el Gobierno y la Xunta, que se culpan mutuamente del colapso de la factoría herculina. El Ejecutivo central ha subido el tono después de que el conselleiro de Industria, Francisco Conde, dijera que el objetivo del equipo de Pedro Sánchez era “cerrar Alu Ibérica”.
Nada bien sentó el mensaje a la subdelegada del Gobierno en A Coruña, María Rivas, quien este lunes reivindicó que fueron “los únicos” que estuvieron al lado de la plantilla, mientras la Xunta “prefirió dejar que se hundiese” Alu Ibérica antes que ayudarlos.
«El Gobierno de España y el Ministerio de Industria han estado desde el principio buscando soluciones, siempre al lado de la plantilla para mantener los puestos de trabajo y la actividad industrial», remarcó.
De la marcha de Alcoa al naufragio de Alu Ibérica
La antigua fábrica de Alcoa acabó intervenida judicialmente por el presunto desfalco de fondos por parte de Grupo Industrial Riesgo, la empresa que compró la mayoría accionarial a Parter. El fondo suizo se hizo con las dos plantas, la gallega y la asturiana, en el proceso de venta que abrió Alcoa presionada por los trabajadores y por el Gobierno tras anunciar que quería cerrar la fábrica. Todo este periplo acabó de la peor manera, con un administrador judicial al frente y con la liquidación de la empresa antes de que la Audiencia Nacional dirima las responsabilidades de los gestores que la llevaron a la quiebra.
En el intercambio de reproches, el Gobierno recordó que la Xunta tiene competencias exclusivas en industria y lamentó que todas las administraciones colaboraran en buscar soluciones mientras el Ejecutivo gallego dejaba sola a la plantilla. «Habría que preguntarse qué hizo la Xunta en todo este proceso, qué soluciones propuso y cómo actuó«, concluyó María Rivas.