Pablo Isla deja a Marta Ortega un Inditex en récord de beneficios y dos amenazas: Rusia y Shein
La próxima semana, Inditex presentará los resultados del ejercicio 2021. Podría superar las ganancias prepandémicas. También se evidenciarán los desafíos de la nueva etapa de Marta Ortega, que se han acrecentado en cuestión de meses
La era de Pablo Isla en Inditex toca a su fin. El próximo miércoles el ejecutivo ofrecerá su última rueda de prensa a los medios como presidente de la compañía. Será en Arteixo (A Coruña), el centro de operaciones del gigante de Amancio Ortega, en el marco de la presentación de los resultados correspondientes al ejercicio 2021. Esa jornada se pondrán números a la herencia de quien fue nombrado dos veces seguidas mejor CEO del mundo. También se evidenciarán los retos de la nueva etapa de la compañía, con Marta Ortega Pérez como presidenta no ejecutiva y Óscar García Maceiras como consejero delegado.
Lo cierto es que la salida de Isla de Inditex encierra una curiosa paradoja. El madrileño cederá a Marta Ortega el testigo de la compañía con unas cifras de infarto, pero con muchos más desafíos que los que el mercado podía imaginarse el pasado noviembre, cuando la textil anunció ante la CNMV que el ejecutivo pondría fin a su relación laboral con el grupo a finales de este mes. Un dato evidencia esta realidad. La mayoría de las casas de análisis están revisando sus previsiones de beneficios para este ejercicio y ya hay variaciones de hasta un 20% con respecto a las estimaciones de resultados publicadas a finales de 2021.
Beneficio prepandémico
La guerra en Ucrania, las restricciones al mercado ruso y, consecuencia del conflicto, la crisis de suministros y la inflación son los principales desafios del nuevo Inditex de Marta Ortega. Una compañía que, no obstante, sigue siendo la más fuerte de su sector y que, siempre según los analistas, cuenta con más resistencia que sus tradicionales rivales para hacer frente a la amenaza que supone el crecimiento de la ultralow cost Shein y el menor interés del consumidor chino a las compañías occidentales.
La mayoría de las casas de análisis sostienen que Inditex cerrará el ejercicio 2021 con unos beneficios en línea con los presentados en 2019, su año récord, y que podrían superar los 3.650 millones de euros, si bien las ventas no llegarán a sorpassar las de la prepandemia. Serán, en cualquier caso, un buen broche para la etapa de Isla. Desde su ascenso a la presidencia, hace más de una década, el grupo duplicó beneficios y triplicó ingresos. No en vano, la multinacional cerró el ejercicio 2011 (el primero bajo el mandato de Isla, que fue nombrado presidente en julio de ese año en sustitución de José María Castellano) con una cifra de negocio de 13.792 millones de euros y unas ganancias de 1.741 millones de euros.
Isla no solo cederá el testigo a Marta Ortega con la empresa regresando a los beneficios prepandémicos, también con su plan estratégico de integración digital prácticamente culminado. Un ambicioso proceso, que ha conllevado una reordenación de su red de tiendas, con menos pero más grandes y modernizadas, para acelerar las sinergias entre la venta online y la física. Supuso, solo entre los años 2020 y 2022, una inversión de unos 2.700 millones de euros, de los que 1.000 se dedicaron a digitalización.
Un ejercicio clave
Con los acontecimientos de este principio de año, lo que ha quedado claro es que, a pesar de la fortaleza de Inditex y de los números que dejará Isla, el relevo no será tranquilo. Lo decían esta misma semana los analistas de Credit Suisse, que indicaban en un informe que “el año en curso se presenta muy desafiante dada la exposición” del grupo a Rusia y el mercado de Europa del Este y a la situación de China. “Costes de insumos en aumento” y una menor perspectiva del consumidor europeo teniendo en cuenta “los precios del petróleo, el gas y los alimentos”, hacen que pronostique una rebaja de un 7% en la evolución del like for like (ventas por superficie comercial comparable).
En ese último informe, los suizos estiman que, el pasado año, la compañía obtuvo ventas por valor de unos 3.250 millones de euros en Europa del Este. Una cifra de negocio que podría retroceder un 46%, casi 1.500 millones de euros este año, a causa del conflicto bélico.
En vista a la recuperación que la textil experimentó en 2021, las casas de análisis daban por hecho que los de Marta Ortega continuarían su escalada en 2022, logrando acercar sus beneficios a la barrera de los 4.000 millones, una posibilidad que ahora parece desinflarse debido a la crisis desatada por la invasión de Ucrania. A finales de año, Credit Suisse pronosticaba un resultado bruto de explotación para este ejercicio de 4.768 millones de euros, que ahora rebaja un 22%, hasta los 3.700 millones.
Más benévolos, en otro de los informes de las grandes casas de análisis emitidos esta semana, los americanos de JP Morgan sostienen que la salida del mercado ruso, donde Inditex cuenta con más de 500 tiendas, rebaja las previsiones de ganancias para este 2020 «entre un 10 y un 11%«.
La importancia del mercado asiático
Si bien los chicos de JP Morgan sostienen que el impacto que tendrá en las cuentas del grupo el cierre de tiendas en Rusia no será tan malo como se temía, sí coincide en que esta situación derivará en un cambio en la geopolítica de todo el textil.
“Las tensiones pesan sobre la confianza del consumidor europeo en general y elevan las preocupaciones sobre la inflación”, indica la financiera, que también destaca la muy probable inflación en el transporte aéreo entre Asia y Europa. “La exposición de abastecimiento de Inditex a Asia es relativamente baja, sin embargo, lleva por aire entre el 20 y el 25% de todo su transporte”, indica.
También Credit Suisse hace hincapié en el desafío que supone el mercado chino y recuerda las más de 200 tiendas cerradas por Inditex en el país el pasado ejercicio. Así, destaca que se ha convertido en un mercado con una mayor complicacións para los minoristas occidentales, teniendo en cuenta que los consumidores «están favoreciendo las marcas nacionales«.
Las incógnitas de Shein
A margen de la particular situación de los mercados en este momento, Marta Ortega, en esta nueva etapa como presidenta no ejecutiva, también tendrá que hacer frente al empuje de Shein, la cadena de Chris Xu, que ha crecido a base de agresivas campañas de descuento.
Nadie sabe exactamente sus números, pero su crecimiento asusta. A finales del pasado año, un informe sobre el sector textil de Credit Suisse apuntaba a que «podría tener ventas de 19.000 millones de dólares en 2021, habiéndolas multiplicado por seis en dos años«. El medio chino LatePost aseguraba que el año del estallido de la pandemia superó los 10.000 millones. Un 24% más que el negocio online de Inditex ese ejercicio.
Las dudas sobre sus números se despejarían si los de Xu acometen en salto a la bolsa. El pasado enero, Reuters publicó que la multinacional china estaba estudiando su desembarco en la bolsa de Nueva York, una posibilidad con la que ya se especuló a mediados del año pasado.
Sin embargo, la prestigiosa publicación indicó recientemente que, a acusa de la volatilidad del mercado en este momento y derivado del conflicto ruso, el gigante asiático había optado, de nuevo, por poner en cuarentena su salto al parqué.