Orange se abre a más compras con MásMóvil, dueña de R, en el punto de mira
Su consejero delegado, Stéphane Richard, asegura que la firma está implicada "de forma activa en una posible consolidación del mercado en España" al existir "demasiados operadores" en el país
Orange prepara el terreno para una «consolidación» en el mercado de las telecos en España. Su propio consejero delegado, Stéphane Richard, ha abierto la puerta a una nueva operación de compra en un momento en el que los rumores apuntan a una posible fusión entre la firma francesa y MásMóvil, que el año pasado selló la compra de Euskaltel, dueña de la gallega R.
«Estamos implicados de forma activa en una posible consolidación del mercado en España», ha afirmado Richard durante una conferencia con analistas financieros para presentar los resultados anuales de la compañía. El máximo ejecutivo de Orange ha señalado que entre los posibles candidatos a una operación corporativa, la de Telefónica parece la menos plausible, toda vez que «causaría una importante preocupación» en las autoridades de defensa de la competencia, nacionales y en Bruselas.
En cuanto al resto de empresas del sector, «cualquier combinación sería posible. No todas serían igual de simples, pero todas serían factibles», ha añadido Richard, que se mostró convencido de que ninguna generaría a priori «grandes obstáculos» en las autoridades de competencia «mientras Telefónica no forme parte de la ecuación». El ejecutivo francés, que dejará su cargo en abril, ha reivindicado que en Orange no son «pasivos», y no están esperando a «que ocurran cosas» en el mercado español.
«Hay demasiados operadores en España»
«Creo que hay demasiados operadores en España», ha recalcado Ramón Fernández, director de finanzas de Orange. «Todo el mundo se beneficia de una consolidación de mercado», ha añadido Richard, que considera que existen «mejores retornos y mejores márgenes para los operadores que quedan», indicó.
También ha reconocido que encabezar una operación de este tipo implica «un precio a pagar» en la forma de un procedimiento antimonopolio de aproximadamente un año de duración en Bruselas, lo que implica negociaciones e incertidumbre.
Por ello, Richard ha apuntado: «Aunque sigo pensado que nuestra prioridad debería ser que seamos parte del proceso de consolidación, no creo que fuera lo peor si ocurre sin nuestra participación»