Los Pujol blanquearon a costa de las inmobiliarias de Amancio Ortega
La Audiencia Nacional investiga el destino que dio Oleguer Pujol a más de dos millones procedentes de la venta del edificio de Gran Vía, 32, a Pontegadea
La compra del emblemático edificio de Gran Vía, 32, cerrada en enero de 2015 por parte de Pontegadea, el brazo inmobiliario de Amancio Ortega, resuena en los pasillos de la Audiencia Nacional. Y lo hace a cuento del clan Pujol. Oleguer, el hijo pequeño del expresidente de la Generalitat, no solo ha tenido que declarar este mismo año ante el juez por el destino de las comisiones recibidas por la venta de 1.230 sucursales del Banco Santander. También lo ha hecho para explicar dónde acabaron los fondos que obtuvo por la operación de intermediación del edificio de Gran Vía, por la que Pontegadea pagó cerca de 400 millones de euros.
Una sociedad menor del grupo inmobiliario de Amancio Ortega, denominada RL30 Inversiones SL y ahora absorbida por la patrimonial Partler 2006 SL, formalizó la operación de compra del emblemático edificio, que era sede de Prisa y de la Cadena Ser. La transacción y las comisiones percibidas entran dentro de la dinámica habitual de este tipo de operaciones de no ser por los protagonistas y por el destino de los fondos, que la Fiscalía Anticorrupción, tras los registros realizados, detectó en una cuenta de Miami, concretamente en el International Finance Bank.
El edificio que adquirió Pontegadea se convirtió en la tienda más grande de Primark en España / E.P.
Las sospechas en Miami
Fueron 2,5 millones de dólares, unos 2,1 millones de euros, los que Oleguer Pujol ingresó en la cuenta de Miami a finales de 2015. Ese importe, según la Fiscalía Anticorrpución, procedía de la venta del edificio a Pontegadea. El hijo menor del clan reconoció en enero de este año ante el juez De la Mata que ingresó ese dinero en Miami porque en España estaba «expuesto políticamente». Lo hizo cuando ya estaba siendo investigado por la Audiencia Nacional por sus sospechosos movimientos de fondos.
La compra del edificio por parte de RL30 Inversiones fue limpia, es decir, realizada desde bancos nacionales a entidades también españolas. La ruta del dinero obtenido por Oleguer Pujol, hasta llegar a Miami, es lo que levantó las sospechas de la Fiscalía Anticorrupción, que consideró que el pequeño del clan siguió blanqueando a pesar de estar siendo investigado e incluso llegó a solicitar prisión preventiva para él por este caso.
Oleguer Pujol declaró que ingresó el dinero en Miami porque en España estaba «expuesto políticamente»
La operación
La sociedad Longshore S.L. fue la que firmó la venta del inmueble con RL30 Inversiones, es decir, con Pontegadea. Longshore está participada por un fondo de pensiones canadiense y por Drago Capital y Drago Real Estate Partners, y aquí es donde emerge Oleguer Pujol, que posee un 6% de dicha sociedad junto a un socio que ha acompañado al pequeño del clan en más operaciones sospechosas.
El pequeño de los Pujol recibió el dinero, precisamente, por la parte correspondiente a su porcentaje en el capital de Drago Real, de cuya gestión de desvinculó hace años, manteniendo el paquete accionarial. Los fondos llegaron a Miami, según Anticorrupción, a través de sociedades radicadas en Holanda en las que también figura Oleguer Pujol.