Ofensiva contra el impuesto al plástico en las patronales de Leche Río, Calvo, Jealsa y Lactalis
La industria láctea y las conserveras advierten del impacto negativo que tendrá el nuevo tributo en las empresas en un contexto de inflación
Patronales que representan a dos de los sectores más relevantes de la economía gallega y a algunas de las mayores empresas de la comunidad han advertido al Gobierno que el impuesto al plástico que entra en vigor con el nuevo año tendrá un impacto negativo en la actividad y en las inversiones de las empresas. Anfaco-Cecopesca y la Federación Nacional de Industrias Lácteas (FeNIL), que integra a empresas como Leche Río, Lactalis o Capsa, han pedido que se replantee la aplicación del tributo y se aplace debido a la compleja situación económica, marcada por la inflación y la crisis energética.
Ignacio Elola, que además de presidente de FeNIL es el consejero delegado del mayor operador lácteo en Galicia, Lactalis, apeló a la reciente suspensión del impuesto al plástico por parte del Gobierno italiano, indicando que, en el caso español, este gravamen se introduce en un «momento inoportuno», en el que la crisis energética y el alza del resto de las materias primas están generando la mayor inflación en décadas.
Elola aseguró que el impuesto al plástico sitúa a España en una «situación de desventaja» frente a sus socios europeos, limitando la capacidad de todo el sector para continuar invirtiendo en innovación. Y claro, perjudicando también las inversiones en sostenibilidad. No es la multinacional francesa la más afectada por el tributo, sino las pequeñas y medianas empresas que ven con mayores dificultades su supervivencia.
Un impuesto unilateral y excesivo
Coincidiendo con la celebración del Congreso Europeo de Industrias Lácteas EDA 2022, donde intervino Elola, la Asociación Nacional de Fabricantes de Conservas de Pescados (Anfaco-Cecopesca) emitió un comunicado pronunciándose en similares términos y pidiendo que se retrase la aplicación del impuesto al plástico. La patronal del sector mar-industria, que representa a empresas como Calvo, Jealsa o Frinsa, defiende que España ya ha alcanzado el objetivo de reciclaje de envases plásticos fijados en la Unión Europea para el año 2025, por lo que solicita que se aplace la entrada en vigor del nuevo tributo hasta que «exista un entorno económico estable y en concordancia con el resto de los países europeos».
«El plástico se está utilizando con criterios de racionalidad, proporcionalidad y seguridad, así como estamos colaborando en la minimización del desperdicio alimentario. Por tanto, parece excesivo que España desee unilateralmente promover un impuesto en lugar de buscar soluciones técnicas competitivas en colaboración con las empresas o el resto de socios europeos y, aún más importante, agrave el impacto impositivo sobre el poder de compra de los productos del mar, alimentos imprescindibles en nuestra dieta por sus propiedades nutricionales y que están científicamente demostrados», ha explicado Roberto Alonso, secretario general de Anfaco-Cecopesca.