Ocaso, el imperio de Isabel Castelo, aumenta beneficios tras la caída de las muertes por Covid
La aseguradora, centrada en el ramo de decesos, cerró 2021, una vez más, con una cifra de negocio superior a los 1.000 millones de euros, aunque todavía no ha logrado recuperar los beneficios prepandémicos
Con permiso de Sandra Ortega, la otra gran fortuna Forbes de Galicia en femenino es Isabel Castelo D´Ortega que, a los 93 años, se mantiene como presidenta de Ocaso, el grupo especializado en seguros de decesos. El famoso ránking le estima un patrimonio de 800 millones de euros, repartidos a partes iguales con su hija, Isabel de Mandaluniz, actual vicepresidenta y persona que lleva el día a día del imperio con base de operaciones en la madrileña calle Princesa.
Ocaso es un conglomerado cuya salud parece asegurada a pesar de los vaivenes que atraviesa el sector (a finales del año pasado, los gigantes Mapfre y Santalucía decidieron dar marcha atrás y romper su alianza para crear la mayor funeraria de España). Abonado a los 1.000 millones de cifra de negocios, hace varios años que Ocaso no baja de la psicológica cifra.
A pesar de todo, aún no ha recuperado las cifras que alcanzó en la prepandemia, según los datos adelantados en su propia página web. En la misma, se explicita que el año 2021, la cabecera del grupo, Ocaso, cerró su balance con unos ingresos de 1.024 millones de euros, unos fondos propios de 1.493 millones de euros y un beneficio antes de impuestos de 83,5 millones de euros.
La magnitud sobrepasa los 80,2 millones alcanzados el ejercicio de Covid, pero está todavía por debajo de los 92,1 millones de la prepandemia. Los beneficios, en todo caso, reportarán jugosos dividendos a las fortunas Forbes.
A la espera de conocer los resultados consolidados del grupo, la memoria del mismo correspondiente al ejercicio 2020, la última disponible en el Registro Mercantil, da pistas. Al finalizar el ejercicio de la pandemia, la compañía obtuvo un beneficio neto consolidado de 61,3 millones de euros, acordando destinar a dividendos casi 55.
Menor siniestralidad por Covid
A falta de conocer los números totales de grupo (que además de la actividad aseguradora cuenta con otras ramas de negocio, como la funeraria Servisa), la información sobre solvencia financiera publicada en su web destaca la tranquilidad del discreto imperio de seguros de decesos, así como la mejora de sus números al bajar la siniestralidad por Covid el pasado año, con la irrupcion de las vacunas.
En 2021, el resultado de suscripción obtenido por la entidad alcanzó los 82,6 millones de euros, frente a los 80,1 millones de 2020. El último ejercicio, el volumen de primas devengadas de seguro directo ascendieron a 1.023 millones de euros (lo que supone un leve descenso de un 0,71%). Aunque la siniestralidad neta aumentó un 2,9% en total en el conjunto del año, retrocedió de forma notable en su principal línea de negocio, la de decesos y seguros de vida, “como consecuencia de la disminución de fallecimientos por Covid”. El resultado de suscripción de este segmento arrojó un saldo positivo de 43,5 millones de euros, frente a los 23 millones de 2020.
En su resumen ejecutivo, la compañía destaca que a finales del pasado año, los fondos propios de la entidad alcanzaban los 1.493 millones de euros, lo que representa 2,91 veces el capital de solvencia obligatorio. “Este escenario viene a reflejar la fortaleza de la entidad, su estabilidad histórica y la política de los accionistas de dotar a la entidad de recursos suficientes para cumplir con todos los compromisos y obligaciones con sus asegurados, siempre a través de la autogeneración propia y sin acudir a financiación externa”, destacan.
Adiós a Reino Unido
Ocaso opera fundamentalmente en España, y solo un 3% del total del negocio se gestiona en régimen de establecimiento permanente en Reino Unido. Sin embargo, esta pata de la compañía tiene los días contados.
Los administradores de la misma explican que en julio del año pasado Ocaso notificó a las autoridades responsables de la supervisión de la sucursal en Reino Unido, “la paralización de la emisión de negocio, a consecuencia de los nuevos requerimentos regulatorios aplicables a la entidad como sucursal de tercer país”. Posteriormente, la entidad notificó “a las autoridades regulatorias la liquidación del negocio”.
En concreto, el plan de liquidación “establece los pasos a tomar y los recursos necesarios para realizar un cierre de negocio de manera ordenada”. “La cartera de pólizas se cancelará a medida que lleguen a vencimiento y no se permitirá la contratación de nuevas”, explican.