La nueva cúpula de Pemex desembarca en Barreras
El astillero vigués Hijos de J. Barreras cubre con René Curiel y Fernando Toral las dos plazas que tenía vacantes desde hace más de un año en el consejo
Vista del astillero de Hijos de J. Barreras en Vigo
Poco se ha sabido de Pemex en los últimos meses. La petrolera mexicana, que tanto interés había mostrado tras el pedido de los floteles por incrementar su negocio en Galicia, parecía estar de retirada. Sin embargo, un movimiento en el consejo del astillero vigués Hermanos de J.Barreras, donde que controla el 51% del capital, hace pensar justamente lo contrario.
Si hace unas semanas la empresa estatal mexicana anunciaba que no construiría más barcos y que pasaría a tratar a Barreras como una participada más, sin asumir el control del astillero, ahora da un paso al frente y toma posesión de dos cargos en el consejo del astillero que le corresponden y que llevaban más de un año vacantes, desde la salida de Carlos Roa –hombre de confianza del anterior director general de Pemex, Emilio Lozoya– y José Luis Hernández Abdalah, que cesó por jubilación.
Pemex decide tomar posesión de dos puestos en el consejo de Barreras que mantenía vacantes desde hace más de un año
Los elegidos para ocupar estos sillones son René Curiel, jefe de la Oficina de la Dirección General de Pemex y mano derecha del nuevo director general, José Antonio González Anaya, y Fernando Toral, director de PMI Services, una de las filiales de la petrolera. José Manuel Carrera Panizzo, director corporativo de alianzas y nuevos negocios de la petrolera, mantiene el sillón al que llegó en enero de 2014, cuando Pemex hizo efectiva la adquisición de la participación en el astillero
Según recoge el Registro Mercantil, los nuevos consejeros tomaron posesión el pasado 24 de mayo. En el caso de Curiel, asumió también la vicepresidencia de la firma que dirige José García Costas. Economía Digital trató de conocer la opinión del astillero sobre este movimiento corporativo, pero no obtuvo respuesta. Ahora está por ver si se trata de un mero formalismo, o de si Pemex vuelve a poner sus ojos en Galicia para emprender algún nuevo proyecto o retomar alguno de los ya anunciados.
