Nuevos actores emergen en el proceso de venta de la AP-9
Globalvía busca el apoyo de varios socios de Corsair para llevar a buen puerto la operación de compra de Itínere, concesionaria de la AP-9
A pocos días de conocer el desenlace del embrollo judicial en el que están sumidos Corsair y Globalvía por la compra de Itinere, concesionaria entre otras autopistas de la AP-9, nuevos actores empiezan a emerger en la batalla por hacerse con el control de la compañía.
A la espera de que se concrete una contraoferta de Corsair, el accionista mayoritario, Globalvia se ha puesto en contacto con algunos de los partícipes del fondo norteamericano para ofrecerles la posibilidad de ser socios en la nueva Itinere.
Al parecer, muchos de las entidades que integran Corsair no están contentos con el enfrentamiento judicial con el resto de socios de la concesionaria. Según adelanta este martes el diario Expansión, los contactos se habrían producido con fondos como GIC o PSP.
Incertidumbres en el proceso
Sacyr, Abanca y Kutxabank son las que más tienen que perder en todo este proceso. Según las cláusulas estipuladas en el acuerdo de venta con Globalvia, de no concretarse la operación, deberían desembolsar 100 millones de euros.
La estrategia de Globalvia tiene un punto a su favor. El fondo con el que Corsair controla la concesionaria de autopistas propietaria de al AP-9 tiene prevista su liquidación en 2019. La firma norteamericana ya encargó antes del verano a Credit Suisse la búsqueda de nuevos socios, por lo que no es descartable que algunos de los que apoyan a Corsair decidan finalmente pasarse al bando contrario.