Nuevo rumbo de las inversiones de Sandra Ortega tras la ruptura con su histórico ‘número dos’

El año de la pandemia marca un punto de inflexión en los negocios de Sandra Ortega. En primer lugar, su brazo inversor, Rosp Corunna, firmó unas pérdidas de 91 millones de euros frente a las ganancias de 117 de 2019. En segundo, fue el ejercicio en el que cesó a José Leyte: su histórico número dos, hombre que ya asesoraba a su madre, Rosalía Mera, y ejecutivo con el que, ahora, mantiene una ardua batalla judicial.

Los números de Rosp Corunna se deben leer teniendo en cuenta el impacto en los ingresos del grupo que supuso el hachazo que Inditex asestó a los dividendos que repartió entre sus accionistas (Sandra Ortega posee un 5% del capital de la textil). Pero, en gran medida, el origen de las pérdidas reside en el negocio inmobiliario, fuertemente golpeado por el Covid. Su filial Ferrado Inmuebles se anotó unas pérdidas de 128 millones de euros, frente a los números rojos de 4,5 millones del periodo prepandémico. El gran agujero negro lo conforman los activos hoteleros radicados en Estados Unidos: la sociedad Ferrado Properties firmó un resultado negativo de 128,3 millones de euros.

De los hoteles a las oficinas

Con todas estas fichas sobre el tablero, cabe pensar que Ortega Mera prepara un cambio de estrategia. En realidad, ya ha dado los primeros pasos y es que la intención de Rosp Corunna es la de abandonar Room Mate, la hotelera de Kike Sarasola de la que posee un 31%. Esta es una de las inversiones que más quebraderos de cabeza le ha generado a la ejecutiva y el origen, para muchos, de la crisis con Leyte (así se revela, por ejemplo, en una de las querellas interpuestas contra el ejecutivo).

Su participación le ha generado problemas: primero, por las pérdidas que acumula la sociedad, que ha solicitado un rescate a la SEPI de más de 50 millones de euros debido al impacto del coronavirus. Segundo, porque, además de socia, en los últimos años ha desempeñado también un papel financiador: según las cuentas de Rosp Corunna Participaciones Industriales mantiene créditos pendientes con la compañía por valor de 26,6 millones de euros.

Nueva sociedad en Londres

Al margen del caso de Room Mate, ante la menor rentabilidad de los activos hoteleros, Ortega Mera lleva ya tiempo acometiendo una silenciosa transición en el terreno inmobiliario, apostando –como hace su padre, Amancio Ortega, a través de Pontegadea— por edificios de oficinas más que por hoteles. No en vano, el año de la pandemia, y según revelan las cuentas de Rosp Corunna recientemente depositadas ante el Registro Mercantil, la principal adquisición del holding fue un edificio de oficinas en Londres.

A raíz de esta adquisición constituyó la sociedad Eldon Street Ltd, participada al 100% por Rosp. “La actividad principal es la gestión inmobiliaria de un edificio de oficinas en Londres”, apunta. De las sociedades dependientes del grupo ligadas al ladrillo fue una de las pocas que no anotó números rojos. De hecho, logró un resultado de explotación de 685.000 euros y unos beneficios de casi 195.000 euros.

Antonio Fresnedo, el nuevo ‘numero dos’

Según datos del equivalente británico al Registro Mercantil, esta sociedad se constituyó en abril del pasado año, en pleno confinamiento, figurando como su director Antonio Fresnedo, el ejecutivo que meses después relevaría a José Leyte en su papel de número dos.

En diciembre de 2020, y tras la salida de Leyte del grupo, Fresnedo Amado, un directivo de la casa que ya ocupaba cargos en las sociedades de inversión de la mujer más rica de España, fue nombrado apoderado de Rosp Corunna.

La apuesta británica

Los números revelan que a Amancio Ortega la inversiones inmobiliarias que ejecuta a través de Pontegadea le van mucho mejor que a su hija. El año pasado, los ingresos procedentes del ladrillo ascendieron a 613 millones de euros, frente a los 621 contabilizados en 2019. Es decir, tan solo cayeron un 1,2%.

Curiosamente, también en 2020, Pontegadea adquirió un edificio de oficinas en Londres. En plena pandemia, la patrimonial de la primera fortuna de España adquirió un nuevo edificio de oficinas en Londres, concretamente en la plaza de St James, por unos 220 millones de euros. La compra de este inmueble a Columbia Threadneedle se cerró el pasado diciembre.

Como viene siendo habitual en los últimos años, Pontegadea apuesta por un edificio de oficinas, en un enclave emblemático y con clientes premium y de reconocida solvencia, lo que garantiza los ingresos futuros como arrendador. El inmueble, de 5.700 metros cuadrados, tiene como inquilinos a la firma de capital riesgo Cinven y al fondo especializado en inversiones en atención médica GHO Capital.

Las inversiones no se acaban

A pesar de la situación actual, las cuentas de Rosp Corunna y sus sociedades dependientes dejan claro que la decisión de Sandra Ortega, en esta nueva etapa, ya sin Leyte, es la de seguir invirtiendo. Apuntan los administradores de la sociedad cabecera del grupo en su memoria que “una vez superados los efectos negativos de las peores fases de la pandemia mundial del Covid-19, se espera una recuperación paulatina de la economía, que conllevará el regreso a la senda de los ingresos empresariales y la recuperación de valor de las inversiones. Esto permitirá en ejercicios venideros retomar el estudio de nuevas oportunidades de inversión y seguir apostando por el desarrollo de nuevos proyectos empresariales e inmobiliarios, así como gestionar la recuperación de los que se han visto negativamente afectados”.

Mismo discurso es que aparece reflejado en la memoria de Rosp Corunna Participaciones Empresariales, la filial con la que pilota sus inversiones en empresas participadas. “La sociedad tiene previsto mantener sus participaciones empresariales estratégicas, así como continuar dando apoyo y estando presente en la gestión de las iniciativas empresariales en las que participa y estudiar nuevas oportunidades de inversión que le permitan actuar activamente en el desarrollo de empresarial de su entorno”, apunta.