Nueva Pescanova ve “clave” en su estrategia trasladar la inflación al precio al cliente
En su informe de gestión y sobre la situación del mercado y el entorno económico, la pesquera expone que “ha sido y será clave trasladar la presión inflacionaria de los costes a las tarifas de los clientes”
Nueva Pescanova cerró el ejercicio 2021 con nota. El grupo pesquero, hoy en manos de Abanca, acabó el pasado 31 de marzo con una cifra de negocio de 1.087 millones de euros, un 21,4% más que el año anterior y un 4,4% por encima de las ventas prepandémicas. Los de Ignacio González consiguieron además volver a la senda de los beneficios, al registrar unas ganancias netas de 7 millones frente a las pérdidas de 31 millones que contabilizó por el golpe del coronavirus. También logró duplicar su ebitda, que alcanzó los 80 millones de euros. Con todo, a pesar del crecimiento, la compañía de Chapela, en línea con el resto del sector, afronta importantes retos de futuro: uno de los principales, el de cómo lidiar con el aumento de los costes debido a la inflación y el traslado de estos en el precio al cliente. Una situación que reconoce como «clave«.
El grupo presidido por José María Benavent se ha lanzado a captar hasta 75 millones de euros mediante una emisión de pagarés verdes presentada recientemente en el Mercado Alternativo de Renta Fija (MARF). Esa comunicación ha venido acompañada de la publicación de la memoria anual de su último ejercicio fiscal.
El reto de la inflación
Es precisamente en su informe de gestión consolidado en donde los administradores de la histórica compañía repasan la evolución del negocio así como la situación del mercado. Explican que en el periodo que abarca el último ejercicio social del grupo, entre el 1 de abril de 2021 y el 31 de marzo de 2022, “una serie de factores externos han configurado un entorno económico y operativo complejo, que se ha acentuado en los últimos meses del ejercicio y que ha exigido un esfuerzo mayor de la empresa para cumplir con los objetivos establecidos”.
La compañía hace especial hincapié en el aumento de los costes y destaca “la instauración de un nuevo entorno inflacionario con el que ha sido necesario aprender a convivir, con una inflación en el ejercicio que ha sido creciente mes a mes (en España, un 8,6% en abril de 2022)”. Ante este escenario, el grupo indica que “ha sido y será clave trasladar la presión inflacionaria de los costes a las tarifas de los clientes”.
De Ucrania a la marca blanca
A respecto del incremento de los costes para las empresas, la firma recuerda que estos se han incrementado aún más tras el conflicto bélico. “La guerra de Ucrania ha acentuado el aumento de los costes energéticos y logísticos pero, además, ha dificultado el acceso a la materia prima. Se han producido retrasos y/o no suministros y se ha sustituido con alternativas”, dice, poniendo como ejemplo el caso del aceite de girasol que, en este caso, impactó principalmente en la conserva. “Esta crisis aumenta la incertidumbre sobre la futura evolución de los costes afectados”, expone.
De hecho, y como apunta en otro apartado de su informe, el relativo a acontecimientos destacados a cierre de ejercicio, la pesquera indica que, a causa de la guerra, «entre los impactos inmediatos y más significativos en el sector y en los mercados en que opera el grupo cabe destacar el notable aumento de los precios del gas y la electricidad, así como la volatilidad de los mercados financieros y de materias primas». «El grupo está siguiendo el curso de los acontecimientos para identificar posibles impactos en su actividad», aclara, si bien destaca que, de momento, no ha enfrentado ninguna consecuencia significativa.
Al margen de la situación inflacionaria y de las derivadas del conflicto en Ucrania, en este escenario, las grandes del sector también deben afrontar el empuje de la marca blanca. Los administradores de la compañía indican que el pasado ejercicio, “en España se ha producido una recuperación de la venta en el canal retail con respecto al ejercicio anterior, a pesar del buen comportamiento de este canal en el periodo de pandemia”. No obstante, apuntan a que “se amplía el diferencial a favor de la marca de distribución, en detrimento de la marca de fabricante”. Durante el pasado 2021, la actividad del canal Horeca (hoteles, restaurantes y cafeterías) se mantuvo aún «un 13% inferior a la situación anterior a la pandemia”.
En cualquier caso, a pesar de los retos de un mercado inflacionario, la pesquera enfrenta un nuevo ejercicio con la hostelería ya sin restricciones y habiendo regresado a beneficios tras cuatro años enlazando números rojos.