Nueva normalidad en Stellantis: recupera un turno y contratará a 600 operarios en Vigo
La dirección de la factoría viguesa anuncia que recuperará en abril el turno de fin de semana que suprimió en octubre por la crisis de los microchips y prevé "altos volúmenes de producción"
La factoría de Stellantis en Vigo retoma el pulso tras la crisis de los microchips. La dirección de la planta de Balaídos ha comunicado este martes a la plantilla la reanudación de la actividad del cuarto equipo (del fin de semana) en el sistema que monta las furgonetas y los monovolúmenes.
Será el próximo 9 de abril cuando este turno retome la actividad después de haber sido suspendido el pasado mes de octubre ante los problemas de aprovisionamientos por la crisis de los microchips.
Desde la dirección de la compañía han trasladado a los sindicatos en su última reunión que prevén que se mantengan «altos volúmenes de producción». Esta situación viene dada, a su juicio, por el «fuerte atractivo» de sus modelos en el mercado, tal y como lo confirman las cifras de ventas de coches en 2021 en España, en los que el consorcio con planta en Vigo logró hacerse con el liderato.
Más contrataciones
La medida supondrá la incorporación de nuevos trabajadores contratados temporalmente, con una estimación de unas 600 personas, según la empresa. Cuando se suspendió el turno, resultaron afectados unos 750 operarios, de los que un centenar dejaron la planta en esos momentos por finalizar sus contratos, y el resto fueron recolocados (y, en el caso de los eventuales, fueron dejando la planta a medida que se extinguían sus contratos).
En la reunión con los representantes de la plantilla, la empresa ha informado también del calendario de producción para febrero, mes en el que se prevé «alta actividad en los equipos, con un turno de noche de amplia apertura, con cuatro domingos de trabajo y fines de semana con saturación en sábados y alta actividad los domingos«, según constata Europa Press. En total serán unos 2.300 vehículos los que se fabricarán cada día en Balaídos.
Otro de los puntos que dirección y sindicatos han abordado en su última reunión es el impacto que pueda tener la reforma laboral. Desde la dirección de la factoría han expresado su confianza en que «las evoluciones legislativas en materia laboral (…) no pongan en cuestión los mecanismos de flexibilidad» que se aplican en la fábrica, y que son «un factor muy relevante de competitividad».
De hecho, entre los mecanismos puestos en marcha, se aprobaron dos ERTE, uno para el año pasado y otro para el ejercicio en vigor, para afrontar las incidencias derivadas de los problemas de suministro. La regulación para 2022, aplicable durante un máximo de 75 días, afectará a todos los trabajadores indefinidos que agoten sus días de adecuación, bolsa de horas y otras medidas de flexibilidad.