Norvento esquiva 1,1 millones en impuestos de la Xunta a sus eólicos
Los tribunales dan la razón a las empresas y tumban el Impuesto de Transmisiones Patrimoniales pese a los recursos del Gobierno gallego
Norvento, la primera empresa energética de capital íntegramente gallego, ha evitado el pago de 1,16 millones en concepto de liquidación y sanción por el Impuesto de Transmisiones Patrimoniales que aplica la Xunta a uno de sus parques eólicos, en este caso, el de Sasdónigas, ubicado en Mondoñedo y con autorización para 17,5 megavatios, según el permiso emitido por la Consellería de Economía e Industria en 2011.
Como ha sucedido en anteriores casos, el TEAC, dependiente del Ministerio de Hacienda, ha tumbado el impuesto de la Xunta. Y como viene sucediendo también habitualmente, el Gobierno gallego ha llevado la reclamación al Tribunal Superior de Xustiza de Galicia. Pero también en instancias judiciales está saliendo derrotada.
Facenda pierde sus recursos
En una sentencia del 3 de junio de este año, el TSXG da la razón al Tribunal Económico Administrativo Central, al entender que los parques eólicos ostentan autorizaciones administrativas y no concesiones, por lo que no están sometidos a la tributación. Es decir, el fallo apunta directamente a la naturaleza del impuesto, que considera no aplicable en este caso.
Es una sentencia similar a la que permitió a Iberdrola esquivar el pago de 1,5 millones por el complejo eólido Ampliación Sil, ubicado entre los ayuntamientos de Nogueira de Ramuín y Esgos (Ourense). El Impuesto de Transmisiones Patrimoniales, junto al canon eólico, ha sido uno de los grandes caballos de batalla de la patronal del viento gallega, EGA, que mostró su absoluta imposición a los gravámenes impuestos por la Xunta en plena crisis por el recorte a las primas de las renovables.
Norvento, el grupo eólico que no perdió la fe
Norvento, el grupo energético controlado por la familia Fernández Castro, cuenta con parques eólicos en Lugo con una potencia instalada que roza los 100 megavatios, según los datos de la Asociación Eólica de Galicia. Fue de las pocas empresas que manifestaron su intención de continuar con los desarrollos eólicos cuando llegaron los recortes de la reforma energética y antes de que la Xunta reformara su concurso y ofreciera ventajas fiscales para reactivar el sector. En 2013 facturaba 36,1 millones y mantenía un ebitda positivo de 19,1 millones.