Noruega culpa al diseño de Navantia del hundimiento de una fragata
Un informe preliminar sobre el hundimiento de la fragata F-313 culpa a la entrada de agua en compartimentos que deberían estar sellados
Noruega señala a Navantia. El informe preliminar de la comisión que investiga el hundimiento de la KNM Helge Ingstad tras chocar con un petrolero el 8 de noviembre apunta a un fallo de seguridad “crítico” del buque, uno de los cinco que Navantia construyó para la Marina del país escandinavo. Los astilleros públicos entregaron la fragata, ensamblada en las gradas de Ferrol, en 2009, en el marco de un contrato presupuestado en unos 1.100 millones.
La Comisión de Investigación de Accidentes de Transporte envió una alerta a la Marina, que desarrolla su propia investigación, y a Navantia, a quien pide que indague respecto al supuesto fallo de diseño y que notifique a «astilleros, propietarios y operadores» aconsejando “las medidas de seguridad necesarias”. El mensaje de Noruega indica que asume que en los otros cuatro buques entregados se produce el mismo fallo de seguridad.
En los compartimentos estancos entró agua
El primer informe sobre el accidente, acaecido en la terminal de carga de Bergen cuando el buque participaba en las maniobras de la OTAN, es un torpedo a la línea de flotación de Navantia, que debe competir por contratos internacionales y que aseguró que la fragata cumplía con todas las certificaciones internacionales que se aplican a los buques de guerra.
El fallo que describe la comisión de investigación está relacionado con la estanqueidad de los compartimentos del buque, que evita que en caso de abrirse una vía de agua, el resto de espacios de la estructura se inunde. «Se descubrió que el agua se colaba por el eje en otra sala. No eran herméticas«, zanjó Kristian Haugnes, uno de los miembros del organismo investigador.
El agua entró en tres salas después del choque
Esta tesis es la que consta en un apéndice difundido junto al informe preliminar, indicando que tres compartimentos estanco acabaron inundados. En concreto, el cuarto de generadores en popa, los camarotes de la tripulación en cubierta y los almacenes.
Basándose en los daños y los documentos sobre estabilidad del buque, la tripulación concluyó que la fragata tenía un estatus de «estabilidad pobre», pero que podía ser mantenida a flote. Pero al advertir que el agua caía desde el cuarto de generadores al de engranajes a través del hueco del eje de las hélices y que este se estaba llenando rápidamente, optaron por la evacuación.
A pesar de este relato y de la alarma generada en los astilleros españoles, la comisión de investigación matizó que su objetivo no es atribuir culpas o responsabilidades civiles o penales, que se trata de un accidente complejo y que las pesquisas se prolongarán en el tiempo.
Navantia defiende su diseño
Fuentes de Navantia consultadas por Efe en Madrid señalan que el diseño de la fragata cumple con todas las certificaciones internacionales que se aplican a los buques de guerra y, en concreto, la reglamentación relativa a la longitud máxima de inundación que deben soportar, lo que permite al barco mantenerse a flote aunque se inunden varios de sus compartimentos. Contrasta esto con la aseveración de la comisión de investigación de Noruega, quien dijo que el error detectado «no está en conformidad con el estándar de estabilidad contra daños requerido» para las fragatas de la clase Nansen.
La empresa de astilleros española recuerda que desde el principio se ofreció a colaborar con la Armada Noruega para esclarecer el accidente y asegura que va a analizar todas las hipótesis posibles sobre el siniestro, ya que algunas de las que ahora se barajan nacen de una primera investigación muy preliminar. Las fuentes consultadas añaden que Navantia, que aún no ha recibido comunicación del informe, no ha participado en las actuaciones desarrolladas ni se le ha consultado sobre las posibles causas del siniestro.