Naturgy cierra Meirama tras dos años operando a mitad de capacidad
La central rebajó un 5% su producción en 2018 por la mayor contribución de renovables; Naturgy alega que las horas de funcionamiento se desplomaron
Naturgy anunció su decisión de cerrar Meirama en un año de caída de la producción térmica en España y de la propia central, que cerró 2018 con una generación neta de 2.351 Gwh, casi un 5% menos que en el año anterior, según los datos facilitados por la compañía. Esta producción representa alrededor del 48,5% de la capacidad máxima de producción de las instalaciones.
La diferencia respecto a 2017 radica en la menor aportación del carbón al mix energético. Los datos todavía provisionales de Red Eléctrica marcan una caída de dos puntos porcentuales (14,5%) respecto al ejercicio anterior (17,1%) debido a la menor actividad como tecnología de soporte de las renovables. La hidráulica prácticamente duplicó su aportación, hasta el 13,7%, respecto al seco año de 2017, mientras que la producción con renovables se elevó hasta el 40%, siete puntos porcentuales más.
Las horas de funcionamiento se desploman
Naturgy explica que las tres centrales que ha decidido cerrar, en lugar de acometer las millonarias inversiones requeridas para cumplir con las exigencias de emisiones de la Unión Europea, han funcionado una media de 1.859 horas. El balance de Meirama, Narcea y La Robla dibuja un acusadísimo descenso respecto a otros ejercicios. La declaración ambiental de la central coruñesa en 2017 registró 5.439 horas de funcionamiento, mientras que la de 2016 marcaba 5.676 horas.
La producción bruta de la central habría descendido un 24% desde 2015 a pesar de que la demanda de energía, impulsada por la recuperación económica, se incrementó en los últimos cuatro años.
Encierro de los trabajadores: «Es una central rentable»
Los trabajadores de Meirama, acompañados por representantes de la industria auxiliar, han pedido a Naturgy que garantice inversiones en el enclave para dar continuidad a los puestos de trabajo que genera la central. La compañía ha anunciado hasta el momento la construcción de un parque eólico y de una planta de generación de gas, pero “no hay garantía de ningún tipo de que esos puestos de trabajo se mantengan”, lamentaba el presidente del comité de empresa, Bautista Vega.
Los representantes de los trabajadores pasaron la noche de este jueves encerrados en el Concello de Ordes como protesta contra el cierre. En rueda de prensa, pidieron al presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, que lidere una comisión con el comité de empresa, los sindicatos, las formaciones políticas con representación en el Parlamento y los colectivos afectados por el cierre para fijar una postura unitaria gallega. El objetivo sería pactar en Madrid, con el Ministerio, una transición tranquila y no traumática en el proceso de descarbonización. Los trabajadores defienden, en todo caso, que Meirama es “absolutamente rentable y productiva”. “Lo único que le va a impedir continuar es la falta de inversión”, lamentó Bautista Vega.