Muere Joaquín Rivero, el ‘zorro plateado’ del ladrillo
Bami, su primera y última empresa, acabó en liquidación tras entrar en concurso de acreedores
Joaquín Rivero, expresidente de las inmobiliarias Bami y Metrovacesa, falleció ayer domingo en su Jerez de la Frontera natal, a los 72 años de edad, tras una enfermedad neuronal de rápida evolución.
Tras comenzar su vida profesional en una empresa de materiales de construcción, hace dos décadas dio el gran salto al tomar el control de la inmobiliaria Bami, el trampolín con el que años después abordó su entrada en Metrovacesa.
Batalla con la familia Sanahuja
A mediados de la pasada década, con el estallido de la burbuja inmobiliaria, protagonizó una batalla con la familia Sanahuja, con un sinfín de opas cruzadas.
Posteriormente sería imputado por delitos de apropiación indebida, administración desleal y estafa por el acuerdo de separación, mediante la división de Metrovacesa en dos grupos accionariales de referencia representados por él y por el empresario valenciano Bautista Soler, de una parte, y la familia Sanahuja de otra.
A partir de aquí, en los últimos años se dedicó a retomar la actividad en Bami con los activos de Metrovacesa con los que se quedó, pero la jugada no salió bien. Bami fue a liquidación tras entrar en concurso con activos valorados en algo más de 700 millones de euros.