Mouriño: «Puedo vender el Celta cuando quiera y me voy a un retiro extraordinario»
Mouriño mantiene el órdago por Balaídos e interpela a los accionistas: "¿Cómo queréis competir si no buscamos estar en igualdad con el resto de equipos?"
La junta de accionistas del Celta ha aprobado un presupusto de 77 millones para esta temporada, 22 millones más que en el curso anterior, en una junta marcada por el órdago del presidente, Carlos Mouriño, que amenaza con vender sus acciones si no encuentra estímulos para continuar con el crecimiento del club. Estos estímulos, como ya anunció el empresario, pasan por que el Concello de Vigo le venda el estadio de Balaidos.
Tras un arranque plácido para el presidente, en el que sacó adelante las cuentas y el presupuesto por amplísima mayoría, fue interpelado respecto a su ultimatum. De manera vehemente, Mouriño defendió su posición. «¿Cómo quereis competir si no buscamos esos ingresos adicionales, si no buscamos estar en igualdad con el resto de equipos?», preguntó a los accionistas.
«Firmo un papel, recojo un cheque y me retiro»
Obviamente, la pregunta era retórica. «Tenemos tres posibilidades que ya os las dije y os las repito ahora. Yo puedo vender el Celta cuando quiera. Firmo un papel, recojo un cheque y me voy a un retiro extraordinario», prosiguió Mouriño. Las otras dos opciones son quedar en el club «de brazos cruzados» esperando a que llegue un nuevo presidente, pero esta, matizó Mouriño, que no la soportaría. En cambio, aboga por pelear por la ciudad deportiva y por la compra de Balaidos.
«Vamos a dar un paso adelante para crecer y hacer un Celta grande. Ahí es donde vienen los inconvenientes y las pegas», apuntó el presidente, que se mostró convencido de que puede conseguir que el Celta «tenga una estabilidad, futuro económico y arraigo en la ciudad». «Estoy convencido de ello y por eso lo voy a pelear», zanjó.
«Balaídos lo disfrutó el Celta, no Vigo»
Fue el momento de mayor tensión de la junta, que se celebró este lunes por la noche. Los accionistas intercambiaron reproches, entre sí y al propio Mouriño, a quien llegaron a pedir que done las acciones en lugar de ponerlas a la venta. Un grupo chino fue el único que trascendió como posible comprador.
Cuestionado por cuánto vale Balaídos, el empresario señaló que el estadio «solo vale para jugar al fútbol» y que «no hay a quién vendérselo». «¿De qué ha disfrutado la ciudad de Vigo del campo de Balaídos? Lo disfrutó el Celta, no Vigo», zanjó Mouriño.