Moderna y Novavax, socias de Rovi y Zendal, ganan la carrera bursátil de la postpandemia

El año de la irrupción de la pandemia, las grandes farmacéuticas del coronavirus se dispararon en bolsa. En este 2021, marcado por la paulatina recuperación de los mercados gracias, precisamente, a los pasos dados hacia la inmunidad de rebaño, son las compañías históricamente más pequeñas las que lideran el ascenso bursátil. Moderna y Novavax, dos chicharros del Nasdaq americano hace apenas doce meses, han visto cómo en lo que va de año el valor de sus títulos ha escalado un 100% y un 70% respectivamente.

Al margen de por su labor en la lucha contra el coronavirus ambas compañías han ganado especial interés mediático en España por llegar a acuerdos con dos firmas estatales: los laboratorios Rovi y Zendal. Precisamente, al calor de las vacunas de Moderna, las acciones de la primera están en máximos históricos, con una capitalización que supera los 3.100 millones de euros. La segunda, inmersa en fase de crecimiento, acaba de cerrar la compra de los históricos laboratorios para animales Ovejero, en León.

Asociaciones a un lado, la última semana fue buena para ambas firmas. Las acciones de Moderna se dispararon este martes después de anunciar otro acuerdo para entregar 150 millones de dosis de su vacuna contra el Covid-19 a la Unión Europea. A principio de año, el título se intercambiaba a 111,73 dólares. Este viernes, cerraba la sesión a un precio de 219,94 dólares.

Moderna: 18.000 millones en ingresos

El 2021 está siendo rotundo para la farmacéutica americana. La firma de Stéphane Bancel cerró el primer trimestre de su ejercicio fiscal con unos beneficios netos de 1.221 millones de dólares, poco más de 1.000 millones de euros, gracias a la comercialización de su vacuna contra el coronavirus. En el mismo trimestre del año pasado se anotó unas pérdidas de 124 millones de euros. “La compañía logró unos ingresos de 1.900 millones en el primer trimestre, de los cuales 1.700 fueron de ventas de los productos de la vacuna contra el Covid. El beneficio neto fue de 1.200 millones. Esto marca el primer trimestre rentable de la compañía en su historia, después de muchos años de pérdidas operativas”, apuntó su CEO en la presentación de resultados.

A pesar de ser calificado como “un año histórico”, la compañía americana cerró 2020 con unas pérdidas de 747,1 millones de dólares. No obstante, en su primer trimestre del ejercicio fiscal se anotó unos beneficios de 1.200 millones de dólares, y la previsión del mercado es que este año podría llegar a anotarse unas ganancias que superen los 10.000 millones de dólares, con unos ingresos de más de 18.600 millones.

La montaña rusa de Novavax

También Novavax, la compañía con sede en Maryland y que el septiembre del año pasado llegó a un acuerdo con la gallega Zendal para que esta produjese su antígeno para la Unión Europea, vive un 2021 de revalorización en bolsa, aunque con muchos más traspiés que Moderna. La firma ha visto cómo el precio de su acción avanza un 70% en lo que va de año, al pasar de 112,8 dólares a los 189,79 con los que cerró la sesión este viernes. Sin embargo, los títulos de la compañía llegaron a intercambiarse en febrero a 320 dólares.

La firma ha atravesado momentos comprometidos a nivel bursátil en lo que va de año, sobretodo después de la presentación de sus resultados trimestrales, en los que los directivos de la firma confirmaron sus retrasos en cuanto a planes regulatorios y de fabricación y concedieron que, previsiblemente, la vacuna no desembarcará en Europa ni en Estados Unidos hasta el tercer trimestre del año.

¿Acabará el año en verde?

Precisamente porque su vacuna aún no está aprobada, su balance es bien distinto todavía del de Moderna. Novavax cerró el primer trimestre de su año fiscal con unas pérdidas de 223 millones de dólares y unos ingresos de 447 millones (eso sí, frente a los tres que facturó el mismo periodo de 2020). Los gastos en investigación y desarrollo aumentaron hasta los 593 millones sobre los 17 millones del año anterior.

A principio de año, los analistas creían que la compañía cerraría el ejercicio 2021 con unas ganancias por encima de los 1.600 millones de dólares. Esa previsión era anterior, no obstante, a conocerse sus problemas de retraso tanto con la aprobación de la vacuna como con las materias primas para su elaboración. En estos momentos, el mercado cree que podría acabar, de nuevo, el año en pérdidas similares a las anotadas en 2020, de más de 400 millones, pero enfilar un 2022, ya con su vacuna aprobada y con unas ganancias de casi 2.500 millones de dólares.

Pese a todo, las acciones de Novavax rebotan. Varios factores influyen en el hecho de que vuelva a contar con la confianza de los inversores. Primero, porque hace algo más de una semana anunció que su inyección contra el coronavirus no solo es segura y resistente a la mayoría de las variantes, sino que tiene una eficacia del 90% según los estudios llevados a cabo en ensayos de fase 3. Además, esta semana también se ha visto aupada en la bolsa americana después de que se conociese que Canadá ha acabado una nueva planta de fabricación que se utilizará para producir su vacuna.

Así, el avance bursátil de estas dos farmacéuticas supera al de otros gigantes con números y activos mayores. Es el caso de Pfizer, que, en lo que va de año ha visto cómo su acción rebota cerca de un 6%, mientras que en la bolsa de Londres, AstraZeneca ve sus títulos revalorizarse un 14% en estos seis primeros meses del año, a pesar de todas las polémicas que han rodeado a su inyección. Jonhson&Jonhson se queda con un crecimiento de un 4,9%.