Meirama emerge como polo industrial en la apuesta de Maersk por Langosteira
La conexión ferroviaria con el puerto exterior de A Coruña, unida a recursos como el agua o la energía eólica, y las líneas de evacuación eléctrica, convierten a Cerceda en el enclave más óptimo para la producción y almacenamiento del metanol verde
Casi todos los caminos conducen a Langosteira, pasando por Meirama. Al menos, ese es el esquema que maneja Puertos del Estado, encargado de la coordinación portuaria y organismo del que dependen tanto los puertos de A Coruña como Algeciras, donde desembarcará Maersk. La llegada del grupo danés a Galicia está más perfilada de lo que se planteó tras el anuncio realizado el pasado jueves en Moncloa, cuando los principales ejecutivos de la naviera se reunieron con Pedro Sánchez.
Frente a las voces empresariales y políticas que desde Ferrol e incluso Pontevedra reclaman la inversión en la planta de metanol verde para su entorno, el plan de trabajo diseñado para acoger el proyecto pasa por complementar el desembarco de Maersk en Langosteira con un desarrollo industrial parejo en su propio hinterland, de acuerdo con las fuentes consultadas conocedoras de la operación. Y todo apunta a Meirama, pero no solo ante la previsible congestión de otros polígonos próximos, como puede ser Morás, sino por todas las sinergias que plantea el área de Cerceda tras el cierre de la térmica de Naturgy.
Producción y almacenamiento
Como ya adelantó Economía Digital Galicia, en los planes del grupo danés se encuentra la separación física de las actividades de bunkering (carga de sus buques con el combustible verde) de lo que es la producción y almacenamiento del metanol, tanto en Galicia como en Andalucía. Y es precisamente ese modelo lo que abre la puerta de Meirama como polo industrial complementario, según las mismas fuentes.
El proceso de electrólisis necesario para la producción del hidrógeno verde pasa por dos variables con las que cuenta la comarca de Cerceda, como son el recurso hídrico, con el lago de Meirama, y el eólico, donde se desarrollarán parques de la mano de Naturgy, encargada de firmar el cierre de la central. También en el entorno del embalse se proyectan centrales hidráulicas de bombeo, como la planteada por Tasga Renovables, con una inversión millonaria, que ya ha recibido las primeras autorizaciones de Aguas de Galicia.
Las condiciones de Meirama
Y todo parece indicar que el proyecto está más maduro de lo que aparenta si se tienen en cuenta los planes de Naturgy para Meirama. Además de los cincuenta megavatios eólicos que plantea implantar, la compañía desarrollará una subestación muy próxima a la de Red Eléctrica, denominada Meirama 220 kilovoltios, “donde un gran contingente de instalaciones de generación renovable tiene o tendrá concedido acceso para la evacuación de la energía generada por sus parques eólicos”, según el proyecto presentado a la Xunta. En esta línea, diversos promotores ya se han puesto en contacto con el grupo de Reynés, según él mismo declaró en su día.
Las conexiones, tanto viarias como energéticas, de Meriama con Langosteira son otras de las bazas que juegan a favor de este enclave, sin descartar otros polígonos industriales cercanos, de acuerdo con las fuentes consultadas. Y es que el tren que llegará al puerto exterior de A Coruña pasa por Cerceda, y de ahí enlaza con la Meseta. Sin que esté todavía definido el tipo de combustible a producir, metanol verde o amonio, su transporte se puede realizar por vía férrea.
Gasoducto y línea de evacuación
A la vez, Meirama está conectada con Langosteira y Sabón, donde estaba la antigua central de fuel de Naturgy, tanto por gasoducto como por una línea de alta tensión de 400 kilovatios. Solo falta por desarrollar el hidroducto, cuando llegue ese combustible, si finalmente Cerceda es el enclave elegido por Maersk para el desarrollo industrial de su proyecto. Meirama, como As Pontes, está incluida en los convenios de Transición Justa desarrollados por el Gobierno, que incluyen millonarias ayudas para su reconversión.
Tanto desde Puertos del Estado como desde la propia Autoridad Portuaria de A Coruña guardan silencio, a la espera de la próxima reunión, ya solicitada, entre los directivos de Maersk y el presidente de la Xunta, Alfonso Rueda.