Megasa multiplicó por ocho sus ganancias en Narón antes de la crisis de la energía
La planta de Ferrolterra, que este ejercicio tuvo que afrontar parones y cambios de horarios de producción por la factura eléctrica, ganó 25 millones el pasado año y disparó su facturación un 80%
Imagen de la sede de Megasa, la primera siderúrgica de Galicia, en Narón. EFE
Megasa, el gigante siderúrgico de la familia Freire, sufrió este ejercicio, en su condición de compañía electrointensiva, la crisis de los precios eléctricos. Aunque a estas alturas del año ya habría recuperado la normalidad en cuanto a los turnos de producción, en septiembre y octubre el grupo optó por dejar de trabajar durante la noche y hacerlo de tarde para rebajar los costes energéticos. Meses antes, en marzo, paró sus acerías en España y Portugal por el mismo motivo, aunque retomó la actividad a los pocos días.
El castigo de los precios eléctricos a los grandes consumidores comenzó ya a hacerse patente a finales de año pasado, cuando muchos gigantes del sector iniciaron parones intermitentes de actividad para esquivar las grandes subidas de precios energéticos. No obstante, y a pesar de las dificultades que esto entraña, el primer grupo siderúrgico gallego cuenta con un considerable colchón de respaldo. Sin ir más lejos, las cuentas depositadas ante el Registro Mercantil indican que el pasado ejercicio 2021, Megasa Siderúrgica, la planta que el grupo tiene en Narón y en la que trabajan unas 130 personas, multiplicó por ocho sus ganancias, pasando de los 3,2 millones de beneficios netos acumulados el año de la pandemia a 25,4 millones de euros.
Faltan por saber los beneficios consolidados del grupo, bajo el paraguas del holding Bipadosa, que contabiliza los resultados de las sociedades comercializadoras y las plantas productoras de Zaragoza y de Portugal, además de la gallega.
La cifra de negocios se dispara un 80%
Según el balance consultado por Economía Digital Galicia, el pasado ejercicio, los activos de Megasa Siderúrgica se incrementaron desde los 110 a los 129 millones de euros mientras que el patrimonio neto se estiró de 82 a 107 millones de euros. Todo, en una sociedad que no presenta deudas con entidades de crédito.
Con un resultado de explotación, el propio de la actividad de la compañía, que pasó de 4,1 a 31,3 millones de euros y unos gastos de personal que se redujeron desde los 8,1 a los 7,3 millones de euros, la gran mejoría en los números de la planta naronesa vino motivada el pasado año por el incremento de su cifra de negocios: se disparó un 80%, de los 136 a los 246 millones de euros.
La actividad de Megasa Siderúrgica es la transformación y comercialización de productos derivados del acero, es una productora, ya que la comercialización de los mismos se realiza a través de otra sociedad del grupo, Metalúrgica Galaica. Por tanto, la mayoría de los ingresos que la factoría proceden de ventas dentro del propio grupo.
Aumento de los márgenes
En su informe de gestión, los administradores de Megasa explican la mejoría en los resultados individuales de la planta naronesa. Básicamente, “el incremento de los costes de producción impactó igualmente al alza en los precios de venta de los productos terminados, lo que unido al esfuerzo de contención de costes, permitió un aumento de los márgenes de venta”. Sobre el espectacular aumento de la facturación, aclara que se debe “a un mayor volumen de ventas y, fundamentalmente, del incremento de precios a lo largo del ejercicio”.
Como hechos significativos acaecidos tras el cierre del ejercicio, los administradores de Megasa inciden en las consecuencia de la guerra en Ucrania y explican que tanto el consejo de administración como la alta dirección de la compañía “están realizando un seguimiento de la evolución de la situación, con el fin de afrontar con éxito los eventuales impactos, tanto financieros como no financieros, que puedan producirse”. “Entre las medidas adoptadas, se ha efectuado una reestructuración del calendario de producción para reducir significativamente el consumo energético en los periodos en los que, hasta la fecha, la energía ha registrado sus precios más altos”, explican.
Megasa destaca que, a pesar de la incertidumbre del momento, «su buena situación financiera y la capacidad para adaptarse a los diferentes entornos» la respaldan.
