Alerta por masificación en la inversión estrella de Sandra Ortega en Portugal

Los desarrollos turísticos proyectados en Grândola, donde la hija de Amancio Ortega invertirá cerca de 200 millones, prevén sumar más de 20.000 camas a un municipio de 14.000 habitantes

Imagen aérea de la península de Tróia, en la que se aprecian algunos de los emprendimientos turísticos / Troia Resort

Imagen aérea de la península de Tróia, en la que se aprecian algunos de los emprendimientos turísticos / Troia Resort

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El temor a morir de éxito se ha instalado en Grândola, el municipio portugués que alberga una de las joyas turísticas del sur de Europa, los 25 kilómetros que conforman la Península de Tróia, frente a la ciudad portuaria de Setúbal. Allí desembarcó Sandra Ortega, quien compró a Sonae Capital los terrenos y ahora pretende invertir entre 160 y 200 millones de euros para construir un resort de lujo, compuesto de un hotel de 5 estrellas, varios núcleos de viviendas e instalaciones deportivas y de ocio.

Además de la hija de Amancio Ortega, Tróia y Comporta han atraído a poderosos inversores, que proyectan o ya han puesto en marcha múltiples emprendimientos turísticos. El grupo hotelero Pestana, que tiene entre sus iconos promocionales a Cristiano Ronaldo; Vanguard Amorim Luxury, grupo del que fuera hombre más rico de Portugal, Americo Amorim; la promotora norteamericana Discovery Land o la lusa Coporgest han presentado proyectos en el enclave que, en conjunto, superan ampliamente los 1.000 millones de inversión.

Ante este escenario, la Cámara Municipal de Grândola está monitorizando el impacto del turismo en el municipio y abriéndose a revisar sus planes de ordenación (Plano Diretor Municipal), que facilitaron el desembarco de grandes fortunas en Tróia, pero cuyo éxito puede ser ambiental y urbanísticamente insoportable. El último informe de Monitorización Sectorial del Turismo, que se publicó este noviembre, deja al menos dos conclusiones. Por un lado, el número de plazas hoteleras y residenciales proyectadas se ha reducido en el último año. Por otro, continúa siendo un número elevadísimo, con más de 21.000 nuevas camas previstas para un municipio de 14.000 habitantes.

Los límites del turismo

La reducción se debe, apunta el propio informe, a la suspensión parcial del plan director y de varias licencias de desarrollo, así como la adopción de medidas para mitigar el impacto turístico como la reunión que mantuvieron representantes de la Cámara este año con los propios promotores para pedirles una rebaja en sus proyectos en cuanto a número de camas, así como iniciativas para preservar las reservas hídricas. En el primer estudio, de diciembre del año pasado, se preveía una Intensidad Turística Máxima de 22.327 camas, sobrepasando ampliamente el límite previsto en más de 7.000 camas. Tras este recorte, dice el informe, la Intensidad Turística Máxima se sitúa por debajo del tope de las 14.915 camas, la línea roja a partir de la cual es necesario tomar medidas.

El análisis no es compartido por colectivos ecologistas como Proteger Grândola, que entienden que el límite máximo será ampliamente sobrepasado una vez se pongan en marcha los desarrollos turísticos proyectados en la localidad. «La Cámara Municipal reconoce que se encuentran ejecutadas, con licencia o con compromiso de licencia más de 30.000 camas turísticas, más del doble de la Intensidad Turística Máxima, pero no admite que haya una situación de ilegalidad. La posición es descontar las camas turísticas programadas en el cálculo de la intensidad turística efectiva», explica la entidad. «Los recursos son limitados, razón por la cual, los usuarios de los mismos también deben ser limitados; las infraestructuras tienen una capacidad limitada, el abastecimiento de agua, la gestión de residuos, la electricidad, las vías de comunicación, los puestos de salud, los bomberos, cuerpos de seguridad… todo tienen que estar dimensionado a la realidad poblacional», añaden.

Los números

Los números que deja el informe son los siguientes. En el conjunto del municipio, ubicado a algo más de una hora en coche de Lisboa, habría 10.712 camas turísticas efectivas, en ejecución o ya aprobadas. A estas habría que añadir otras 21.800 programadas en distintos momentos de tramitación, pero que no se contabilizan para medir la intensidad turística. Sí que se suman 2.963 camas adicionales de los emprendimientos ya aprobados o ejecutados, lo que daría lugar a un total de 13.712 plazas. Es casi tanto como la población del municipio, pero lejos de las más de 20.000 proyectadas, que harían que los nuevos proyectos urbanísticos enfocados al turismo dupliquen la población de Grândola.

Los emprendimientos turísticos ya ejecutados suman 5.840 camas, pero hay en ejecución proyectos que sumarán casi 3.000 más sin contar las 1.944 camas que ya tienen aprobación, aunque todavía no empezaron a desarrollarse las iniciativas. En proceso de tramitación hay otras 8.000 camas y en información previa 2.907.

El proyecto de Sandra Ortega, que canaliza a través de sus sociedad lusa Ferrado Na Comporta, es el segundo más voluminoso en desarrollo, al prever habilitar más de 500 camas.

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