“La deuda del puerto de A Coruña fue una decisión de Estado”

El nuevo presidente de la Autoridad Portuaria de A Coruña desembarcó en el cargo marcando los retos del puerto y fijando posición respecto a la losa de deuda que arrastra por la construcción de Punta Langosteira. En un escenario propicio al conciliar a representantes de todas las administraciones y de distintos partidos, Martín Fernández Prado tomó posesión y prometió “diálogo”, “trabajo” y “cooperación” durante su recién estrenada presidencia.

Las dos grandes preocupaciones respecto al futuro de la dársena que recorrieron las intervenciones de las autoridades fueron la deuda de la Autoridad Portuaria, que superaba los 300 millones a cierre de 2019, y la conexión ferroviaria del puerto exterior. De hecho, tanto Fernández Prado como Alberto Núñez Feijóo aludieron al presidente de Puertos del Estado, Francisco Toledo, presente en el acto, para poner en funcionamiento la infraestructura. “Sin conexión ferroviaria el puerto exterior no es un puerto, sino una explanada ferroviaria”, llegó a decir el presidente de la Xunta.

Un nuevo pacto entre administraciones

El nuevo responsable del puerto coruñés no pasó de largo por ambos asuntos y fijó posición respecto a la deuda. Pidió “definir una solución viable para la deuda que ha tenido que asumir la Autoridad Portuaria” como consecuencia de la construcción del Puerto Exterior. “El proyecto de Punta Langosteira fue una decisión de Estado, con un plan de financiación acordado en su momento por todas las administraciones, y es preciso actualizarlo a la realidad actual, buscando lo mejor para el puerto y para la ciudad”, aseveró.

Respecto al enlace ferroviario indicó que tiene una segunda cara: la transformación del puerto interior. En este sentido apostó por “completar los traslados de los operadores a Punta Langosteira y potenciar el puerto interior en el campo de las mercancías limpias, consolidando su posición de liderazgo en los sectores de la pesca y los cruceros”.

Reactivación económica

Para Fernández Prado, que releva en el cargo a Enrique Losada, el puerto de A Coruña debe ser clave “en la reconstrucción, en la reactivación económica y la creación de empleo en un momento en el que es más necesario que nunca”. Tanto él como la alcaldesa de la ciudad, Inés Rey, aludieron a la necesidad de vincular el desarrollo portuario a la sostenibilidad, a la economía verde y a un nuevo modelo de ciudad.

El último de los retos a los que aludió el nuevo presidente fue el de los muelles interiores, estrechamente vinculado a la deuda de la Autoridad Portuaria, ya que en los acuerdos de 2004 se pactó su desafectación para pagar el puerto exterior. “La integración de los terrenos portuarios nos brinda una oportunidad histórica que exige una visión de futuro ambiciosa y creativa. Se trata de una ocasión única para reinventar A Coruña, mejorar la movilidad, modernizar sus servicios y afrontar los retos urbanos contemporáneos”, dijo Fernández Prado, quien reivindicó la apertura del puerto a la ciudad.