Maroto reconoce que hay “inversores españoles” interesados en Alcoa San Cibrao
El comité de empresa de Cervo asegura que la ministra les indicó que la SEPI “triangulará” la venta de Alcoa “si es necesario”
A la planta de Alcoa en San Cibrao le crecen los pretendientes aunque, de momento, la única oferta firme sobre la mesa sigue siendo la del Alvance, la división de aluminio del conglomerado británico GFG Alliance. Así lo trasladó este martes la ministra de Industria, Reyes Maroto, al comité de empresa de Cervo en una reunión en la que reveló, siempre según la versión de la parte social, que entre los interesados hay empresas “e incluso algunos inversores españoles, lo que demuestra que la fábrica es viable”.
No es la primera vez que se habla de la posibilidad de que existan más interesados en San Cibrao más allá de Alvance. Lo adelantó hace semanas ya Industria en reuniones con los sindicatos, aunque nunca dio nombre. Distintas fuentes del sector industrial miran hacia grupos como Alibérico y Aludium, clientes de la multinacional de Pittsburgh y que, en el pasado, ya mostraron su interés por sus activos (la compañía del gallego Clemente González Soler estuvo interesada hace cinco años en las alumineras y se desmarcó en último momento de la puja por la factoría de A Coruña en el año 2019).
Alvance, la única oferta firme, de momento
Este martes, el presidente del comité de empresa de San Cibrao, José Antonio Zan, dejaba claro que, sean quienes sean los interesados, de momento, es mejor trabajar en la única oferta en firme, la de Alvance. Después de que el conglomerado GFG asegurase que había puesto a su división de aluminio a salvo de los problemas del grupo derivados de la quiebra de su principal financiador, el Gobierno le solicitó una serie de garantías para acreditar su solvencia, algo que, según las últimas declaraciones del secretario general de Industrial, Raül Blanco, habría hecho.
La reunión telemática entre Industria y comité de empresa se produjo después de que la semana pasada el Gobierno no estuviese presente en la reunión mesa multilateral sobre el proceso de venta que, en ese caso, fue convocada por Alcoa. En esa cita, el grupo aluminero indicó que estaba dispuesto a dar marcha atrás con su exigencia de una cláusula de indemnidad que la blindase ante posibles reclamaciones futuras, así como se mostró abierta a, si así era necesario, “trabajar” con los posibles nuevos interesados en la planta de Lugo.
La intervención de la SEPI
El Gobierno respondió entonces que la obligación de Alcoa era la de cerrar ya una venta a un inversor solvente, algo que puso en duda la participación en el proceso de la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI). Y eso, que la multinacional insistió en sus últimas declaraciones al respecto en su voluntad de que cualquier traspaso pase antes por la empresa pública.
Sobre este tema también habló este martes la ministra Maroto, que trasladó a los representantes de los trabajadores que la SEPI “triangulará la venta” de la planta de aluminio primario “llegado el momento, si es necesario”.
Unidad de acción con los sindicatos
Según indicaron en la misma jornada desde el Ministerio de Industria, la política socialista habría pedido a los sindicatos “unidad de acción”, al resaltar «que es importante estar unidos, tanto las administraciones como los sindicatos, frente a la multinacional del aluminio«. Lo cierto es que esta semana, los trabajadores de Alcoa deben tomar una decisión sobre si retoman o no la huelga que suspendieron, en principio hasta el 30 de abril, para facilitar el ambiente de las negociaciones entre el Ejecutivo central y la compañía de Roy Harvey.
En este contexto, Maroto se ha comprometido, dice Industria, «a hablar con la central de Alcoa para conocer si mantienen su compromiso de vender, eso sí, sin las exigencias inalcanzables» que planteó en los últimos meses, y que la semana pasada se mostró dispuesta a modular (en referencia a la cláusula de blindaje). «Les pedirá que analicen la viabilidad de los diferentes proyectos presentados, vendan y dejen de causar daño en A Mariña«, subraya su departamento.
El precedente de Alu Ibérica
«El Gobierno, como lo ha hecho desde el principio, pone todos los instrumentos a su disposición, incluida la SEPI, para hacer posible esta venta y trabajará con la Xunta de Galicia para acompañar los proyectos de futuro para la planta de A Mariña», concluye.
Este martes el comité de San Cibrao también tenía la mente puesta en A Coruña y Avilés. Para el comité, es fundamental que “la SEPI vigile todo este proceso para que sea justo y que no pase como con los compañeros de Alu Ibérica”. La Audiencia Nacional acaba de determinar la intervención judicial de las antiguas factorías de Alcoa en Galicia y Asturias al apreciar indicios de una descapitalización fraudulenta.