Maroto en Pittsburgh: pide a Xunta y sindicatos un frente común ante Alcoa con el papel de la SEPI en el aire

Las negociaciones por el futuro de Alcoa San Cibrao siguen en punto muerto en este momento. Si bien se han producido muchos avances –ya hay dos compañías que se muestran dispuestas a aceptar el term sheet de condiciones de la multinacional aluminera–, sigue sin despejarse la principal incógnita que atasca la compraventa: el papel que desempeñará el Gobierno. Los de Roy Harvey insistieron esta semana en su intención de vender la planta a la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI), para que esta, a su vez, la traspase al comprador elegido. La voluntad del Ejecutivo central, sin embargo, no pasa por ahí. Según ha podido saber Economía Digital Galicia, el Ministerio de Industria teme que la intervención de la SEPI pueda, en un futuro, generar problemas al Gobierno con Europa en forma de litigios comunitarios.

Con el objetivo de desbloquear la situación, la ministra del ramo, Reyes Maroto, viajará hasta Pittsburgh para tratar de desatacar la situación. Pero quiere hacerlo con el apoyo de todos los actores implicados en el proceso.

Con estos mimbres, Maroto solicitó este viernes, en una reunión telemática con el conselleiro de Economía de la Xunta, Francisco Conde, el comité de empresa de San Cibrao y los sindicatos, un frente común de cara a elaborar una hoja de ruta conjunta con la que negociará con los principales ejecutivos de Alcoa en Estados Unidos. Sin embargo, la estrategia aún no se ha montado. Se acordó que, lo largo de esta semana, habrá contactos para definirla. Y todo esto con la incógnita del papel que acabará por desempeñar la SEPI en el proceso. Tanto por sus últimas declaraciones públicas como por el proceso judicial que atraviesa en España por la venta de las plantas de A Coruña y Avilés (ahora rebautizadas como Alu Ibérica), se antoja complicado que la multinacional americana esté dispuesta a dar marcha atrás en la que ha sido su principal exigencia desde principio de año: que sea el Gobierno el que compre el histórico activo de A Mariña.

Una semana para concretar la propuesta

Finalizada la reunión, el vicepresidente económico de la Xunta avisó de que el Ejecutivo central tiene “una semana para concretar cuál es su propuesta en Alcoa y aclarar su papel en el proceso de venta”. Si bien el Gobierno gallego recogió el guante de Maroto a respecto de la articulación de un frente común ante Alcoa, lamentó que la titular de Industria no acudiese a esta reunión “con propuestas concretas” que debatir, así como con “un marco energético que garantice la competitividad de la industria hiperlectrointensiva”.

Los trabajadores también apoyarán a Maroto, aunque indican que si finalmente cae de la ecuación la garantía de la SEPI, “debe estar claro qué se va a poner a cambio” y cómo se garantizará el mantenimiento de los puestos de trabajo e inversiones. El presidente del comité de empresa, José Antonio Zan, manifestó tras la reunión que se había alcanzado “cierto acuerdo para poder hacer un planteamiento de hoja de ruta, para poder ir unificados a Pittsburgh, para tener una salida con unos hitos y unos tiempos claros que desbloqueen la negociación«.

“No nos podemos tirar al vacío”

Si no se dan esos «hitos y esas concreciones al final acabará habiendo un problema el día 19 de julio que nadie desea», indicó, en relación a la fecha marcada por trabajadores y empresa para que se alcanzase un principio de acuerdo.

Por eso ha abogado por «unificar posturas» y ha recordado que la SEPI para los trabajadores «es la salida, la garantía, para poder salir de esto», por un conflicto que se prolonga durante ya más de un año.

Eso sí, en esta ocasión ha añadido que si se va a cambiar esa garantía tiene que estar «claro qué se va a poner a cambio». «Hay dos empresas que ya les vale el term sheet de Alcoa y hay otras dos que tendrían que negociar algo más», indicó.

Con SEPI o sin ella, Zen insistió en que los trabajadores «tienen que tener una garantía». «No nos podemos tirar al vacío«, resolvió.