Mario Conde, culpable pero feliz
El banquero condenado por falsedad y apropiación indebida cambia la cárcel por unas vacaciones idílicas en Mallorca, Galicia y Santander
El banquero que desfalcó Banesto sufría en la cárcel por la lejanía con la familia, sus obras de arte y las buenas botellas de vino, especialmente los del Duero. Lo cuenta el propio Mario Conde, que ha dejado la cárcel de Alcalá-Meco por unas vacaciones de ensueño por Mallorca, Santander y Galicia, donde ha navegado en barco, ha comido los más exquisitos manjares de cada tierra.
Tras salir de la cárcel, en junio pasado, el banquero ha estrenado nueva faceta como celebridad de Instagram, la red social donde todos sus seguidores no hacen más que elogiarlo y celebrar la forma cómo Don Mario (a pesar de ser un delincuente condenado por los tribunales nunca ha perdido su condición de Don) gasta su cuestionado dinero.
Bisonte y paseos en barco
Don Mario no ha perdido en la cárcel sus caprichos de millonario y ha salido a navegar en velero, a degustar carpacho de bisonte europeo en Los Picos de Europa y a beber vinos del Duero, que figuran entre sus favoritos.
Las vacaciones de Conde han pasado por Mallorca Lillo, Marina Pedreña, Somo y Ourense, donde se deleitó con su pulpo favorito. También ha navegado por la Bahía de Santander y ha disfrutado con sus grandes y hermosos perros.
Todo el itinerario fue contado con detalle por Don Mario que regresó a la casa que lo extrañaba, según ha contado él mismo con sus bucólicos comentarios en la red social donde cuenta con algo más de 2.000 seguidores, casi todos fieles y admiradores y ningún crítico ni personaje incómodo que haya obligado al exbanquero condenado a bloquearlo.