Mapfre se come 2.100 millones de potencial beneficio por la depreciación de Brasil
Sin el 25% de la devaluación del real frente al euro, los 819 millones ganados en 2015, antes de impuestos, se hubieran elevado a casi 3.000
Brasil vuelve a ser, para lo bueno y para lo malo, la gran incógnita que se cierne sobre la aseguradora Mapfre, que preside Antonio Huertas, y una de las causas de que sus resultados de 2015 hayan estado ligeramente por debajo de lo esperado, de poco más de 700 euros, cuando los analistas había estimado que estarían en torno a los 770 millones.
Bueno, porque el gigante sudamericano ya aporta el 20% de las primas totales de la aseguradora y el 18% de su beneficio, y muestra un crecimiento en algunos negocios, como el de los seguros de automóviles o los agrarios.
Previsión en Brasil se fue al garete
Pero malo, porque el efecto de la conversión de la depreciación del real frente al euro, del 25% en 2015, vuelve a dejar muy disminuida la previsión de beneficios que el grupo español manejaba hace apenas dos años, cuando Brasil, junto a China, campeaba al frente de las economías emergentes.
Así, tal y como se venía viendo a lo largo del pasado ejercicio, al cierre de 2015, la depreciación del real provocó que los ingresos por las cada vez mayores primas cayeran por encima del 13,3%, a poco más de 4.800 millones de euros. Medidas en la moneda local, sin depreciación, hubieran crecido un 3,6%.
Y el desfase resulta más brutal si vemos los beneficios, con o sin devaluación. Al aplicar la conversión, Mapfre saldaba 2015 en Brasil con un aumento de las ganancias del 9%, hasta 819 millones de euros, aportando solo el 18% del beneficio bruto del grupo antes de impuestos. La cantidad resulta irrisoria. Sin el efecto de la depreciación, en lugar de ese 9% el beneficio hubiera sido del 34%, hasta rozar los 3.000 millones de euros.
En España, tampoco es para tirar cohetes
Tampoco en España las cuentas son para tirar cohetes, con los ingresos por primas cayendo un 2,5%, ya que los crecimientos registrados en sectores no vida, como automóviles, hogar o salud, no dieron para compensar el deterioro registrado con las primas de vida, que cayeron un 12% por la menor venta de seguros de ahorro, debido al entorno de bajos tipos de interés.
Al final, Mapfre cerró 2015 en España con un beneficio neto del 10%, hasta 495 millones de euros. Y no precisamente por la aportación del último trimestre, en el que la ganancia bruta cayó un 63% respecto a la registrada entre julio y septiembre, al aplicar mayores provisiones.
Los 1.000 millones de beneficios, cada vez más lejos
Los poco más 700 millones de euros obtenidos por 2015 vienen a dar la razón a los analistas que, desde el pasado año, vienen recomendando vender las acciones de la aseguradora, debido a que la previsión de beneficios que venían manteniendo, sobre todo por la exposición en Brasil, no resultaba creíble.
De ese modo, daban ya entonces por hecho que en 2016 tampoco llegarían los ansiados 1.000 millones de euros de beneficios, aunque se quedarían cerca. Ahora, habrá que ver si logran llegar a ese umbral de ganancias a lo largo del plan estratégico trienal que acaba de ponerse en marcha.
20.000 millones en deuda pública española
Para tratar de hacer rentable las primas de sus asegurados, Mapfre tiene invertidos 46.256 millones de euros. El 57% en deuda pública –más de 26.400 millones de euros, de los que 20.000 proceden de emisiones de España–, y el restante 43%, casi a partes iguales, entre renta fija corporativa y otras inversiones, por unos 10.000 millones en cada caso.
En la renta fija destacan los cerca de 3.000 millones en bonos de empresas españolas, mientras que en el cajón de sastre de otras inversiones se incluyen 3.430 millones en permutas financieras y tomadores de pólizas, 2.270 millones en inmuebles, 1.470 millones en renta variable y 1.300 en fondos, además de un remanente de tesorería de casi 1.000 millones de euros.
Por lo que a su deuda se refiere, Mapfre la mantuvo en 2015 en 1.773 millones, ligeramente por debajo de la registrada en 2015. Con una pequeña variación. La deuda senior en obligaciones por 1.000 millones de euros, que vencieron en noviembre de 2015, fue refinanciada con el préstamo sindicado, cuyo vencimiento se amplió un año, hasta diciembre de 2020.