Luz verde a Enagás y Reganosa para activar la regasificadora de El Musel
El Ministerio para la Transición Ecológica publica la orden por la que se establecen las condiciones técnicas para que la planta pueda operar después de 13 años en el limbo
La regasificadora de El Musel podrá operar después de 13 años de hibernación. El Ministerio para la Transición Ecológica ha publicado este viernes la orden por la que se establecen las condiciones técnicas para el funcionamiento de la infraestructura propiedad de Enagás y Reganosa, al 25%, tras el acuerdo histórico alcanzado por ambas firmas el pasado febrero.
La delegada del Gobierno en Asturias, Delia Losa, ha confirmado que este viernes se va a tramitar la solicitud de inicio de las operaciones en pruebas que ha hecho llegar Enagás, que ya llevaba tiempo realizando los trabajos previos para ello.
La compañía inició hace unos días la fase vinculante del proceso de asignación de capacidad para servicios logísticos en la terminal tras el interés manifestado por 16 empresas comercializadoras durante la fase no vinculante, celebrada en marzo.
Según ha apuntado la empresa en un comunicado, dicho proceso terminará con la asignación de servicios logísticos a largo plazo en el mes de julio, cuando espera comenzar a operar la planta.
Un momento «muy esperado»
La delegada del Gobierno ha celebrado la llegada de «un momento muy esperado y necesario» que va a situar a España como «un referente a nivel europeo» en materia energética.
El Boletín Oficial del Estado (BOE) ha publicado este viernes la orden por la que se establecen las condiciones técnicas para la prestación de servicios logísticos de gas natural licuado en la planta de regasificación del puerto de El Musel, lo que suponía el último paso para que la empresa pudiera comenzar a operar la infraestructura en pruebas.
La actividad principal de la planta, que no se destinará al acceso al sistema gasista español para suministro de la demanda nacional, será la prestación de servicios logísticos de gas natural licuado, entre los que figuran la carga y descarga de buques y el almacenamiento.
A este respecto, la orden ministerial resalta que la puesta en marcha de la planta de El Musel «resultará clave en la descongestión del servicio de carga de cisternas sin que se incrementen los costes para el sistema gasista», al encontrarse las instalaciones necesarias construidas y «listas para operar en el momento de obtención del acta de puesta en servicio». La puesta en servicio de la terminal de El Musel también contribuirá la seguridad de suministro tanto nacional como europea.
Fin de la hibernación
La planta cuenta con un almacenamiento de 300.000 metros cúbicos de gas natural licuado, dividido en dos tanques de 150.000 metros cúbicos cada uno, que podrán ser aprovechados por otros estados miembros de la Unión Europea, «con los beneficios que ello implica para la seguridad de suministro comunitaria», añade la orden.
La terminal de Gijón, que permitirá el atraque de buques de entre 50.000 y 266.000 metros cúbicos, podría aportar hasta 8 bcm (8.000 millones de metros cúbicos) de gas natural licuado (GNL) a Europa, mediante la descarga y carga de hasta 100 barcos al año.
Según concluye el ministerio, la puesta en marcha de la planta de El Musel, que hasta ahora permanecía hibernada, «resulta beneficiosa para el sistema gasista, tanto desde una perspectiva económica, como operativa y por extensión, para el conjunto de la sociedad».
La regasificadora fue paralizada en 2013 por orden judicial tras una inversión de unos 360 millones de euros por vulnerar su construcción la normativa entonces vigente, lo que obligó a iniciar de nuevo toda la tramitación administrativa.