Luis Castro Valdivia crea un holding en A Coruña para sus renovables
El empresario Luis Castro Valdivia crea una sociedad de cartera para gestionar sus inversiones en el negocio de las renovables
Luis Castro Valdivia ha dado una vuelta más a sus inversiones en activos renovables con la constitución de una nueva sociedad. Después de desembarcar con Ecoener en Canarias, donde levantó el pasado año dos parques eólicos que sumaban la mayor potencia instalada en España desde 2012, el empresario gallego ha decidido crear un holding que aglutine todas sus sociedades.
La nueva firma, denominada Luis de Valdivia S.L., se constituyó el pasado mes de julio con un capital de 6.000 euros como sociedad holding o de cartera para la inversión estable en el capital de entidades residentes. La sociedad, con sede en el Cantón Grande de A Coruña, donde también está domiciliada Ecoener, tiene a Luis Castro Valdivia como socio y administrador único.
Apuesta por las renovables
Esta sociedad tomará el control del grupo de renovables del empresario coruñés, que cuenta en la actualidad con activos que suman una potencia instalada de 119,2 megavatios, de los cuales 50,2 megavatios corresponden a parques eólicos, 52,4 a centrales hidroeléctricas y 16,6 a instalaciones solares fotovoltaicas, todos ellos en España.
Los últimos activos renovables en sumarse a la lista han sido los parques eólicos de San Bartolomé y Llanos de la Aldea, en Gran Canaria, formados por 29 aerogeneradores que suman una producción de 29,2 megavatios.
Durante la inauguración de los mismos, el propio Castro Valdivia destacó la “rotunda apuesta de Ecoener por la energía sostenible”, que permite la reducción del consumo de petróleo y, por tanto de las emisiones de CO2 a la atmósfera, además de generar un “alto impacto económico” en las localidades en las que se asienta.
Salida de Guatemala
El desembarco de Ecoener en Canarias se produjo casi al mismo tiempo que su abrupta retirada de Guatemala, donde Hidralia, la firma de la familia del empresario gallego, había intentado sin éxito y con un violento conflicto con la población local de por medio levantar una central hidroeléctrica en el río Cambalam, en el municipio de Barillas.
Fue en la última semana de 2016 cuando la compañía comunicó que abandonaba el proyecto, pero no por la presión social, sino porque «los estándares de sostenibilidad y las exigencias técnicas y económicas que implica» lo hacían inviable.